viernes, 21 de septiembre de 2012

Capítulo 25: Hospital y tarde-noche de bolera.



Me desperté tarde. A eso de las 12:30h. Elena seguía dormida.
María: Elena, venga, despierta que es muy tarde. Son las doce y media y tenemos que ir al hospital.
Elena se hacía la remolona.
Elena: María, vamos después de comer, mejor.
María: Pero si no despiertas ya, luego no vamos a comer.
Elena: Cinco minutitos más, por favor.
María: Lo que tarde en hacer el desayuno.
Elena: Yo no quiero desayunar. Luego a las dos o así comemos y ya está.
María: Yo sí voy a desayunar. Ve saliendo ya.
Hice el desayuno, mientras Elena se despertaba. Cuando empecé a desayunar, Elena se levantó. Terminé de desayunar y me duché. Luego, cuando me sequé el pelo, encendí el móvil.
Sonó el teléfono, y pensé que era un WhatsApp de Sergio, pero no, era una llamada de Carlos. Le llamé.
María: Carlos, ya estamos empezando a prepararnos…Sí…Vale…Hasta ahora.
Colgué.
Elena: ¿Quién era?
María: Carlos, en 15 minutos están aquí, que pasan a buscarnos para ir a comer juntos.
Elena: ¿En quince minutos? No me da tiempo de arreglarme.
Empezamos a vestirnos. Me puse un short con una básica fucsia y unas sandalias muy bonitas, atadas a la pierna. Me pinté la raya del ojo y un poco las pestañas, me di cacao con brillo en los labios y me eché colonia. Estaba lista.
María: Elena, ¿te queda mucho?
Elena: No, pintarme un poquito y calzarme.
María: Vale.
Puse la tele. No había nada. Miré el móvil. No había nada. Elena terminó de prepararse y justo llamaron al timbre. Eran los chicos. Bajamos. Fuimos a comer a un McDonald’s.
Dani: Irene, ¿dónde está? ¿No va a venir a comer?
Elena: No sé, no hemos hablado con ella. Está en el hospital, velando de Mirian.
Álvaro: Bueno, vale.
Fuimos a un McDonald’s. Comimos y nos fuimos al hospital. Me encontraba poco bien.
Blas: ¿Mirian qué tal va?
Irene: Bien. Está muy bien. Se ha despertado y ha desayunado unas magdalenas que le he traído.
María: Entonces va mejorando. Me alegro.
Entramos todos en la habitación. Estaba Mirian sola. Nadie más. Estuvimos toda la tarde. A eso de las 21:00h de la noche, Álvaro preguntó qué hacer. Salimos de la habitación a debatir.
Blas: No sé. Lo que queráis.
Irene: Yo hoy necesito dormir. He estado en vela toda la noche. Yo me voy para casa. ¿Te vienes María?
María: No sé qué voy a hacer.
Carlos: ¿Os venís a cenar y luego nos hacemos unas boleras?
Elena: Vale.
Vimos llegar por el pasillo a Leticia y Alba.
Irene: ¡Chicas!
Corrieron.
Leti: ¿Qué tal?
Nos saludaron.
Alba: Vamos a saludar a Mirian, y darle su cena.
Dani: Pues si se quieren venir Alba y Leti también, genial. Así las partidas van por parejas.
Irene: Conmigo no contéis. Yo me voy a ir a casa a dormir ya.
Álvaro: Como quieras.
Irene se despidió de nosotros. Entró a la habitación a despedirse de Mirian, Alba y Leti.
Irene: Adiós chicos.
Estuvimos como 5 minutos en la sala de espera y salieron Alba y Leti.
Alba: ¿Qué plan tenemos?
David: Ir a cenar por ahí.
Carlos: Sí, y luego a una bolera a echar unas partidillas.
Blas: Genial. Pero antes, tengo que hacer algo.
Blas entró en la habitación. Se despidió de Mirian. Salió cuando habían pasado escasos 3 minutos.
Blas: Ya estamos. ¿Vamos?
Nos fuimos del hospital. Mirian se quedó viendo la tele desde la cama de su habitación. 
Álvaro: ¿Cogemos un bus, o el metro?
Dani: Creo que nos dejará más cerca si cogemos el metro. Subes y está al lado.
Hicimos eso. Cogimos un metro. Llegamos muy pronto. Cenamos en una bocatería.
Alba: Vamos a ver que hay para cenar.
Elena: Yo quiero el nº 2.
María: Pues yo el 4.
Pedimos la cena y estuvimos cenando ahí, riéndonos y contándonos nuestras batallitas.
David: Jaja, me acuerdo de cuando me caí con la bici.
María: ¿Tú también te caíste?
David: Sí.
María: Anda, yo también. Jaja.
David & María: Y me rompí la barbilla.
David: ¿Enserio? ¿Te rompiste la barbilla?
María: Sí.
Estábamos sentados al lado. Le enseñé la cicatriz. Luego me la enseñó él. Seguimos cenando y riendo.
Leti: ¿Hemos terminado todos de cenar?
Blas: Así es.
Elena: Pues a la bolera.
Álvaro: Decidme el número que calzáis, para iros pillando las zapatillas.
Se lo dijimos. La bolera estaba bar adentro. Molaba un montón. Mientras nos calzábamos miré el móvil. Había una llamada. Era de Sergio. Le llamé.
María: Sergio.
Sergio: Cielo, ¿qué tal? ¿Dónde estabas?
María: Estoy bien. He estado en el hospital, y ahora estamos todos en la bolera. Echaremos unas partidas.
Sergio: Ah, genial.
María: Y tú, ¿qué tal?
Sergio: Bien. Mañana tengo partido.
María: ¿Dónde jugáis?
Elena me hacía señas como para decirme que fuese ya.
Sergio: Aquí, en Sevilla. ¿Tú no vienes?
María: Sergio, cielo, estamos a viernes. Pasado mañana ya estoy allá, contigo, juntos otra vez. No queda nada.
Sergio: Pero es que te echo mucho de menos.
María: Y yo. Pero piensa que en nada estoy ahí. Y mañana a darlo todo, ¿eh?
Sergio: Sí. Necesitamos ganar. Bueno, preciosa, que si estás con amigos, te dejo. Llámame cuando quieras. Te quiero.
María: Ganaréis. Ya lo verás. Vale, gracias. Luego te llamo. Te quiero más.
Colgamos. Fui donde estaban los demás.
Alba: Esto de estar enamorada, no puede ser, ¿eh María?
Todos nos reímos.
David: Bueno, ¿esto como va?
Álvaro: Le he dicho al chaval de individual. Que cada uno haga sus puntos.
Elena: Perfecto. ¿Empezamos?
Carlos: Vale. ¿Quién empieza?
Blas: Empieza Alba, Álvaro, luego iré yo, luego tú Carlos, Elena, Dani, David, Leticia y la última María.
María: Vaya fiasco, yo la última.
Y me eché una carcajada. Estuvimos jugando. Iba ganando Dani, luego Carlos y la 3ª iba yo.
Álvaro: Jobar con María. No nos habías dicho que se te daba bien esto.
María: Ya ves Alvarito, ya ves.
Mientras no jugábamos estábamos sentados en una mesa redonda.
Leti: ¿Queréis tomar algo?
Dani: Bueno, vale.
María: Decid, que os las traemos ahora mismo.
Nos dijeron los refrescos y fuimos Leti y yo a pedirlos. Yo traía como podía 5 vasos, y Leti otros 4 más. Hicimos una pausa, para tomarnos las bebidas.
Blas: Menuda paliza nos están metiendo los rubios. ¡Jodidos!
Dani llevaba a Carlos más de 20 puntos. Y Carlos a mí más de 15.
Dani: Al saber le llaman suerte.
Carlos: Vosotros, que tenéis la mano torcida.
David: Bueno, María no, que también va en cabeza.
Carlos: Cierto es. Pero lo demás. Nada, nada.
Todo iba en broma. Todos nos reímos. Terminamos de bebernos los refrescos y retomamos la partida. Cerca estaban jugando una pareja. Seguimos jugando. Empezó a dolerme la cabeza. Quedaba una ronda.
Dani: Cada vez estoy más cerca de hacerme con la victoria, chavales.
Carlos: Salvo que haga un pleno doble, que te vas al hoyo, don Daniel.
Todos: jajajaja.
Le tocaba a Alba.
Alba: Mierda. La maldita bola se va fuera. Pff, ya que no he hecho nada, no me deja sumar.
Álvaro: Pero si ya se sabe quien va a ganar.
Leti: Va, Álvaro, tu última bola.
Álvaro: Allá voy.
Álvaro tiró y en total solo pudo sumar en esta tirada 5 puntos. Era el turno de Blas. Tiró, y tan solo puntuó 7 puntos.
Carlos: Mi turno. ¡Vamos rubio, vamos!
Todos nos reímos. Se daba ánimos el solo.
Carlos: ¡Tomaaa, pleno!!
Era el turno de Elena. Con la primera bola, tiró 4 bolos, y la segunda se le fue fuera.
Dani: Si hago más de 6, gano.
Y sonrió. Tiró, y con la primera bola tiró solo uno.
Carlos: Va Danielito.
La competitividad que Carlos y Dani tenían no superaba a la amistad que les unía.
Dani: Vamos. Vamos. Vamos.
No paraba de susurrar Dani. Consiguió tirar 5 bolos más, lo que le hacía ganador, aunque Carlos hiciese pleno en el que le quedaba de tirar.
Dani: ¡Ue!
Todos nos reímos. Era como un crío cuando les dan un caramelo.
David: Tiro, por tirar. A ver que sale de aquí.
Y entonces todos los bolos cayeron.
Alba: A partir de esta noche pienso tirar por tirar siempre. Toma plenazo.
David sonrió. Le tocaba a Leticia.
Leti: Anda, me toca. A ver si supero los 30 puntos.
No lo consiguió, tan solo logró 28 puntos, en toda la partida.
Álvaro: María, te toca. Va, tú puedes.
María: Yo puedo, yo puedo.
Tiré, e hice pleno. Tocaban las rondas de pleno doble. El primero en tirar era Carlos que tan solo consiguió sumar 3 puntos más. Luego tiró David. Y sumó 9.
David: Te acabo de igualar, guapa.
María: Ya verás como ahora se va fuera, y nos quedamos empate.
Tal cual se lo dije, así salió. Cuando estaba para darle a un bolo, la bola de 7 kilos cayó al caudal lateral de la pista y no conseguí sumar nada.
Elena: Pues nada, que ha ganado Dani, luego Carlos y el tercer puesto es vuestro, chicos.
David: Así es. 

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