sábado, 6 de agosto de 2011

Capítulo 6: El post-partido

Todos los jugadores se dirigían al túnel de vestuarios, aunque alguno se quedó para que fuese entrevistado, entre ellos, Sergio Ramos. Nosotras estábamos esperando a Elena. Al finalizar la entrevista a Sergio, se acercó a dónde nosotras nos situábamos.
Mirian: Mírale, que majo. Seguramente vendrá a decirnos algo por ser del Betis, ya verás.
María: No creo que tenga tan mal fondo el chaval.
Sergio: Chicas, veo que sois del Betis.
Mirian: ¿Tienes algún problema?
María: Mirian, déjale.
Sergio: El gol, te lo he dedicado a ti. He visto que llevabais la bufanda del Betis, y de ahí la B que he hecho.[Me señaló] Cuando he salido del túnel y te he visto, me he quedado hipnotizado.
María: Muchas gracias.
A esto que vino Elena.
Elena: Hola chicas.
Sergio: Siento molestaros.
Mirian: No pasa nada, María ahora vengo.
Mirian se fue, y nos quedamos solos Sergio y yo.
Sergio: ¿Te llamas María?
María: Sí, no te gusta, ¿verdad?
Sergio: No me gusta, me encanta.
María: Bueno, casi se me olvida. Enhorabuena por el partido que has hecho. Has debutado genial.
Sergio: Porque tú estabas viéndome. Por cierto, quiero regalarte mi camiseta. Es muy importante para mí, pues con ella he debutado en primera división, y sé que contigo va a estar muy bien cuidada.
María: Muchas gracias.
Vinieron Elena y Mirian.
Sergio: Te invito a que vengas a cenar conmigo, ¿quieres?
María: La verdad es que....
Mirian: Le encantaría.
Sergio: Genial, te recojo de acá a media hora a la salida del estadio. Adios
María: Hasta ahora.
Sergio bajó la escalera y se esfumó por el túnel de vestuarios.
María: Mirian, ¿por qué le has dicho que sí?
Mirian: Sé que a ti te gusta el chaval, y puede venirte muy bien para olvidarte de él. Hazme caso, te lo pasarás genial.
Elena: Sí, y si tiene que surgir algo, ya surgirá. No te preocupes, piensa un poquito en ti.
María: Gracias chicas. Os quiero.
Y nos fundimos en un abrazo las tres.
Mirian: Además hoy estás espectacular.
Elena: Le has vuelto loco.
María: ¿Eso creéis? Bueno, vamos a ir saliendo de aquí, que la mayoría de la gente se ha ido ya.
Mirian: Mucha suerte cariño.
María: Gracias. Voy a ir yendo a la salida del estadio, allí me espera. Os mantendré informadas.
Elena: No hace falta, tú disfruta.
María: Gracias. Adios.
Mirian y Elena se fueron, y Sergio no tardó en salir. Llevaba una polo muy bonito y unos vaqueros bastante elegantes. Además, se había lavado el pelo, y su melena mediana le sentaba muy bien.
Sergio: Hola preciosa.
María: Que guapo eres.
Sergio: Más que tú imposible. ¿Vamos?
María: Vale.
Sergio: Me tienes que perdonar, pero aún no tengo carnet de coche, soy menor. A cambio tengo un quad. Aunque para una princesa como tú no es lo más adecuado.
María: ¿Un quad? Me encantan. Tampoco tengo tanta clase como para no montarme.
Sergio: Ponte el casco que no quiero que te pase nada.
Me llevó a un mesón muy romántico.
Sergio: ¿Sabes? Yo soy de Camas, un pueblo de esta provincia. Mis padres viven allí, pero yo tengo que estar aquí en un apartamento, viviendo solo. A veces se está bien solo, otras necesitas a alguien a tu lado. No puedo irme por los entrenamientos, aunque siempre que puedo me escapo.
María: ¡Vaya!
Sergio: Sin embargo, quiero que tú seas quien me haga compañía.
María: ¿De verdad?
Sergio se acercó y sus preciosos labios rozaron los míos.
Sergio: ¿Te vienes esta noche conmigo?
María: De acuerdo.
Salimos del mesón y nos fuimos a su apartamento.

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