martes, 9 de agosto de 2011

Capítulo 11: Reencuentros

Al terminar la película nos fuimos a casa a recoger todo. Al día siguiente regresaría a Sevilla. Iba a estar mucho tiempo fuera. Tenía que coger todo lo necesario para tanto tiempo.
Mirian: Te voy a echar de menos.
Elena: Y yo.
Mirian: Es que han sido tantos años juntas, desde los 3. Y ahora te vas.
María: Pero estaremos en contacto.
Mirian: Lo que quiero es que seas feliz.
María: Voy a coger todo lo que necesito para el tiempo que esté en Sevilla.
Estuve recogiendo todo. Rondaban las 9 de la noche. Llamé a Sergio.
María: Mi niño...Sí, bien...ya estoy recogiendo todo...en unas horitas nos vemos...¿a qué estos días se te han pasado rápidos?...Ves, te lo dije...Bueno, cuando me quedé media hora para llegar yo te llamo...Gracias...Te amo.
Elena: Que pareja más cuqui.
Seguí guardando cosas. Iba de un lado a otro de la casa. No quería irme de Madrid, pero tampoco quería perder a alguien tan especial como Sergio.
María: Ya he cogido todo. Me voy a dormir.
Mirian: El hueco que has hecho, no lo va a ocupar nadie.
María: Mirian, te quiero mucho, pero no me hagas esto tan difícil. Para mí no es fácil dejarte aquí, pero también me gustaría empezar algo y olvidar mi pasado.
Mirian: Si tú ya sabes que me alegro mucho. Pero te echaré mucho de menos.
María: Y yo a vosotras.
Nos fundimos en un abrazo. Me acosté y me dormí en un segundo. Al día siguiente me despertó mi amiga con mi desayuno preferido
Mirian: Y esto es porque te lo mereces y porque vamos a estar mucho tiempo separadas.
María: Mirian, muchas gracias.
Desayuné rápido. El tren salía a las 11:30 de atocha. Me vestí y fuimos hasta la estación.
Megafonía: Los pasajeros con destino Sevilla suban a bordo.
Mirian: Te echaré de menos.
Elena: Sé tú misma, no te dejes influenciar por nada ni por nadie. Te quiero.
María: Os quiero mucho. Os llamaré siempre que pueda, ¿vale?
Me subí al tren. Las horas de viaje se me hicieron eternas. Me iba con Sergio y dejaba en Madrid a mi mejor amiga. Al llegar a Sevilla, él estaba allí. Estaba guapísimo. Llevaba un pirata y una camiseta. Yo llevaba un vestido de volantes floreado pero tampoco excesivamente, el pelo lo llevaba ondulado y los zapatos tenían bastante tacón.
Sergio: Mi niña. Estás preciosa. Te amo.
Me besó.
María: Yo también te amo. Que guapo eres mi príncipe.
Sergio: Te he preparado una sorpresa. Cuando llegues a casa tienes que cerrar los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario