lunes, 26 de septiembre de 2011

Capítulo 14: Preciosa velada.

Sergio y yo nos fuimos de la plaza.
Sergio: ¿Has visto? Qué bien bailas. Te amo
Me besó.
María: Todo el mérito es tuyo.
Sergio: Que va. ¿Te llevo a un sitio que casi nadie conoce?
María: Claro. 
Sergio: Sígueme
Cogí su brazo. Llegamos a las afueras del pueblo. Había mucha maleza. 
Sergio: Cuidado no te raspes con ninguna rama. 
María: Está bien.
Sergio fue abriendo paso entre los árboles, y llegamos a un llano precioso, en el que una parte del Guadalquivir se estancaba en un pantano prácticamente virgen.
Sergio: ¿Te gusta?
María: Sí, mucho, pero no tanto como tú.
Nos besamos.
Sergio: Te amo. ¿Quieres quedarte o nos vamos ya?
María: Más. Este sitio me gusta bastante, lo que tú quieras.
Sergio: Si a ti te gusta, nos quedamos. 
María: Te quiero.
Allí no había nadie, es como si esa preciosidad sería de Sergio y mía. Nos besamos, y como hacía tanto calor nos acercamos al estanque a remojarnos los pies. Al cabo de unos minutos paseamos alrededor, viendo lo precioso que era aquello. 
Sergio: Es tarde ya, son las 20:30h.  
María: ¡Qué rápido se me pasan las horas contigo!
Sergio: Y a mí contigo. Te amo.
Me besó apasionadamente.
Sergio: Quédate aquí amor. Vengo pronto.
María: De acuerdo, pero, ¿a dónde vas?
Sergio: Ya lo verás. Hasta ahora.
Sergio se fue. Aproveché ese rato para llamar a Mirian.
María: Mirian, cielo, ¿Qué tal?
Mirian: Bien, pero te echamos de menos.
María: Yo ha vosotras también. 
Mirian: ¿Sabes qué? Estoy con...
María: ¿Enserio? No me lo puedo creer. Enhorabuena. Por fin lo has conseguido. Bueno te dejo que viene mi sol ya. Os quiero.
Mirian: Gracias, vale. Un besazo.
Colgué con Mirian, y Sergio llegó en un par de minutos. Sergio llegó con un ramo de flores.
María: Son..son preciosas
Sergio: Es mi humilde forma de agradecerte que estés junto a mi.
María: Oiis! Te amo.
Le besé.
Sergio: Ya es tarde. ¿Volvemos a Sevilla?
María: Vale.
Salimos de ahí, la gente seguía bailando. Cuando llegó el bus, el autobusero nos comunicó que pararíamos en un pueblo cercano una media hora. Podíamos quedarnos en el autobús o salir a visitarlo. Cuando llegamos, vimos que era Camas, dónde Sergio nació.
Sergio: ¿Quieres ver el pueblo dónde nací y me crié?
María: Claro, tiene que ser precioso, porque nació un ángel.
Sergio: ¿Sabes que te amo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario