La primera semana se me pasó rápido, muy rápido. Fui al instituto para ver si había plaza para poder hacer el curso. Tuve suerte, me cogieron. Las clases empezarían en septiembre. Aún tenía unos días para preparar el material. Acompañé a Sergio a los entrenamientos. El finde lo tenía libre, ya que la selección se había concentrado. El sábado vinieron a comer René con Vania y la peque. Por la tarde fuimos Sergio y yo al cine. Luego cenamos por ahí. Al terminar de cenar, fuimos a un cine cercano y vimos una película. Esa semana estuve tranquila. Sergio entrenaba todas las mañanas, y algunas tardes. Cuando volvía, algunos días íbamos de compras y otros nos quedábamos de tranqui en casa.
Esa semana nos vino muy bien, fue cuando realmente conocí a Sergio. el domingo estuve hablando por skype con mi madre.
MadreMaría: Hija, no te fíes mucho, pero si ves que es buen chaval y a ti te gusta, adelante. Nosotros no sé cuando iremos para allí, pero intentaremos ir lo antes posible.
María: Mamá, no te preocupes, me trata genial. Bueno, pues que todo vaya bien. Yo ahora no estoy en Madrid, estoy en Sevilla.
MadreMaría: ¿¡En SEVILLA!? Yo pensé que estabas también con Mirian.
María: No, Mirian se quedó en Madrid, yo me vine, y además me he apuntado ya al instituto de aquí.
MadreMaría: ¿Y lo del insti de Madrid? ¿Que pasa que por un chico vas a olvidarte de estudiar?
María: Pero mamá, aquí también vale lo de la matrícula de selectividad.
MadreMaría: Bueno, espero que saques el curso bien, y que nadie te haga olvidarte de tus sueños. Por cierto, ¿cuántos años tiene este chico, Sergio?
María: Tiene 17.
MadreMaría: ¿Uno más que tú?
María: Sí. Bueno mamá te dejo, que vamos a cenar. Os quiero.
MadreMaría: Pero...
María: Dime.
MadreMaría: ¿Conoces a su familia, no? Me mandaste un mail.
María: Sí, son muy majos.
MadreMaría: Osea, ¿qué esto va enserio?
María: Jajajaja, supongo.
MadreMaría: Bueno os dejo, que os aproveche. Te quiero mucho pequeña.
Mi madre no estaba muy convencida en la relación, pero yo la dejé más tranquila. Para mí, Sergio fue un gran apoyo en todos los sentidos.
sábado, 5 de noviembre de 2011
domingo, 16 de octubre de 2011
Capítulo 18: Victoria del equipo y regreso a Sevilla.
Me desperté no muy tarde, a eso de las ocho y cuarto. Me puse el bikini, unos shorts con una camiseta y bajé a desayunar. Cuando terminé, me fui a la playa, tomé un poco el sol y me bañé un rato.
María: ¡Qué calor!
Al rato fui al hotel. Me metí en la piscina. Los animadores hicieron juegos, yo participe en tiro con carabina. Luego me fui para el comedor. Comí y me subí a la habitación para vestirme. Y es que, aunque el partido empezase a las 21:00. Los jugadores saldrían del hotel a las 19:30. y yo como una aficionada más, que quería aparentar tenía que ir. Luego tenía que llegar al estadio y buscar el palco que contrató Sergio para que yo viese el partido. Cuando ya me iba a ir, con mi vestido y mis cuñas, bien maquilladita, y peinada como más le gusta a Sergio, me entró hambre. Fui al bar del hotel y me cogí un bocadillo, una bolsa de papas fritas y una cocacola zero. Me acerqué al hotel. Estaba todo vallado, y el bus estaba a escasos metros. Pasaron 10 minutos y empezaron a salir. Sergio salió de los últimos, y al verme sonrió y me guiñó un ojo. Como se podían acercar para firmar autógrafos, yo saqué un papel, y un boli y le pedí que me firmará uno. Él se acercó, me dio dos besos y me puso en la hoja:
Te amo, preciosa. <3
Luego se fue, guardé el papel, y me fui hacia el estadio, Juegos Mediterráneos. Encontré mi palco. Era amplio, y se veía muy bien todo el campo. El sevilla ganó 3-1. Sergio dio una asistencia, pero le hicieron una entrada fuerte aunque no fue a más. Al terminar, los jugadores viajaron a Sevilla, pero yo tenía contratada otra noche de hotel, por eso me quedé en Almería. Al día siguiente, temprano, volvería a Sevilla. Sergio y yo pasamos 1 día sin vernos, le echaba de menos. Pero me di cuenta de que mi madre no sabía nada, y ella seguramente pensaba que seguía en Madrid. Y aunque ella vivía en Estados Unidos con mi yaya y mis tíos, creía que lo mejor era contárselo. Con ella, hablaba siempre por skype. Al llegar del partido me metí en el ordenador del hotel, y me conecté al skype. Mi madre no estaba conectada. Me metí al tuenti, y en twitter. Luego cené y me fui a dar un paseo por la playa. Estaba un poco cansada, así que me subí a la habitación, me di una ducha y me metí en la cama. El despertador sonó a las 7:30, me vestí, me arreglé un poquillo y bajé a desayunar. Al terminar entregué la tarjeta y me fui a la estación de autobuses. El autobús saldría a las 9:45. Cuando quedaban 10 minutos metí mi maleta en el maletero del bus y me subí. Me dormí, pronto se pasaron las 5 horas que hay. Cuando pisé Sevilla de nuevo, sonreí. Llamé a Sergio, pues tenía hambre. Le llamé.
Sergio: Mi niña, ¿qué tal el viaje? ¿Has llegado ya?
María: Bien, muy bien. Sí, acabo de llegar.
Sergio: Espérame allí, que ahora mismo voy para allí. Y comemos algo por el centro.
María: Vale, te amo.
No le tuve que esperar mucho. Llevaba una camiseta muy bonita. Vino, y me besó. Comimos en un McDonalds.
María: Jugaste genial ayer. Pero me quedé muy preocupada, después de la entrada que te hicieron.
Sergio: Jugué así porque estabas tú allí. Y la entrada, fue más el susto que nada. Cuando llegué me dolía un poco, pero ya nada.
María: ¿Sabes que guardo tu autógrafo?
Sergio: ¿Sí?
María: Sí, y por siempre lo llevaré conmigo.
María: ¡Qué calor!
Al rato fui al hotel. Me metí en la piscina. Los animadores hicieron juegos, yo participe en tiro con carabina. Luego me fui para el comedor. Comí y me subí a la habitación para vestirme. Y es que, aunque el partido empezase a las 21:00. Los jugadores saldrían del hotel a las 19:30. y yo como una aficionada más, que quería aparentar tenía que ir. Luego tenía que llegar al estadio y buscar el palco que contrató Sergio para que yo viese el partido. Cuando ya me iba a ir, con mi vestido y mis cuñas, bien maquilladita, y peinada como más le gusta a Sergio, me entró hambre. Fui al bar del hotel y me cogí un bocadillo, una bolsa de papas fritas y una cocacola zero. Me acerqué al hotel. Estaba todo vallado, y el bus estaba a escasos metros. Pasaron 10 minutos y empezaron a salir. Sergio salió de los últimos, y al verme sonrió y me guiñó un ojo. Como se podían acercar para firmar autógrafos, yo saqué un papel, y un boli y le pedí que me firmará uno. Él se acercó, me dio dos besos y me puso en la hoja:
Te amo, preciosa. <3
Luego se fue, guardé el papel, y me fui hacia el estadio, Juegos Mediterráneos. Encontré mi palco. Era amplio, y se veía muy bien todo el campo. El sevilla ganó 3-1. Sergio dio una asistencia, pero le hicieron una entrada fuerte aunque no fue a más. Al terminar, los jugadores viajaron a Sevilla, pero yo tenía contratada otra noche de hotel, por eso me quedé en Almería. Al día siguiente, temprano, volvería a Sevilla. Sergio y yo pasamos 1 día sin vernos, le echaba de menos. Pero me di cuenta de que mi madre no sabía nada, y ella seguramente pensaba que seguía en Madrid. Y aunque ella vivía en Estados Unidos con mi yaya y mis tíos, creía que lo mejor era contárselo. Con ella, hablaba siempre por skype. Al llegar del partido me metí en el ordenador del hotel, y me conecté al skype. Mi madre no estaba conectada. Me metí al tuenti, y en twitter. Luego cené y me fui a dar un paseo por la playa. Estaba un poco cansada, así que me subí a la habitación, me di una ducha y me metí en la cama. El despertador sonó a las 7:30, me vestí, me arreglé un poquillo y bajé a desayunar. Al terminar entregué la tarjeta y me fui a la estación de autobuses. El autobús saldría a las 9:45. Cuando quedaban 10 minutos metí mi maleta en el maletero del bus y me subí. Me dormí, pronto se pasaron las 5 horas que hay. Cuando pisé Sevilla de nuevo, sonreí. Llamé a Sergio, pues tenía hambre. Le llamé.
Sergio: Mi niña, ¿qué tal el viaje? ¿Has llegado ya?
María: Bien, muy bien. Sí, acabo de llegar.
Sergio: Espérame allí, que ahora mismo voy para allí. Y comemos algo por el centro.
María: Vale, te amo.
No le tuve que esperar mucho. Llevaba una camiseta muy bonita. Vino, y me besó. Comimos en un McDonalds.
María: Jugaste genial ayer. Pero me quedé muy preocupada, después de la entrada que te hicieron.
Sergio: Jugué así porque estabas tú allí. Y la entrada, fue más el susto que nada. Cuando llegué me dolía un poco, pero ya nada.
María: ¿Sabes que guardo tu autógrafo?
Sergio: ¿Sí?
María: Sí, y por siempre lo llevaré conmigo.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Capítulo 17: Entrenamiento y para Almería.
Nos levantamos no muy tarde, Sergio tenía que entrenar, porque por la tarde tenía que viajar Almería y yo fui con él. Mientras entrenaba me quedé haciendo la comida, viendo un poco la tele y preparando alguna ropa. Mientras llamé a Patri.
Patricia: Maria, ¿qué tal?
María: Pues muy bien, esta tarde me voy a Almería.
Patricia: ¿Y eso?
María: Sergio tiene partido y es fuera.
PAtricia: Pues a Álvaro le toca aquí.
María: ¿Qué Álvaro? Ya me estás contando.=)
Me lo estuvo contando. La verdad es que me alegraba mazo por ella.
PAtricia: Bueno, pues te dejo para que termines de preparar el equipaje y todo. Te quiero guapa.
María: Vale, bueno, ya hablaremos. Y ya sabes, sé feliz que te lo mereces. Te adoro.
Terminé de hacer la maleta y me puse a preparar la comida. Preparé una ensalada, con unos filetes. Luego me maquillé y me vestí porque estaba en pijama. Vino enseguida.
Sergio: María, ¡qué guapa!
María: Para guapo tú.
Tenía el pelo recién lavado y olía genial. Me dio un beso y nos pusimos a comer. A eso de las cinco teníamos que estar en la estación de autobuses. Lo bueno es que el autobús era de dos plantas, de manera que la parte de arriba era para pasajeros y la de abajo para los jugadores, sino hubiese sido más complicado ir juntos. Estuvimos todo el viaje hablando por la bb. Al llegar a Almería ellos tuvieron que irse directamente al hotel. Yo me dí una vuelta por allí. Recordé los veranos que pasé junto a mi loco. Le llamé.
Mau: María, loca, ¿qué tal?
María: Loco, genial, aquí en Almería.
Mau: ¿Y qué haces allá?
María: Por Sergio, que tiene partido mañana aquí.
Mau: Deséale suerte de mi parte.
Él ya sabía lo que pasó, porque por tuenti se lo había contado hace días. Colgué y me fui a preguntar si quedaba alguna habitación en el hotel de al lado en el que estaba Sergio y toda la plantilla. Me dijeron que sí. Me acomodé y me bajé a la piscina, pues aún hacía calorcito. Luego subí a la habitación, me duché y mientras me secaba vi que alguien me había enviado un sms.
De: Tomás
Para: María
Comentario:
Maria, ola, q tal todo? spero q seps kien soy, yo m acuerdo mxo d ti. Wno, no t e llamdo xk and liado cn el ekpo stos dias, pro q me acuero d ti.. Kses.. muaak Tkm
Me quedé anonadada. No me lo esperaba. No sabía si contárselo a Sergio o no. Decidí que no debía decírselo. Contesté al SMS.
De: María
Para: Tomás.
Comentario:
Too bien, estoy en Almería, ¿cómo no acordarme de ti? Bueno espero que todo te vaya bien. Nos vemos. Un beso.
Después me maquillé, me arreglé el pelo y me puse un vestido con unas manoletinas y bajé a cenar. Estaba muy nerviosa y apenas cené. Al día siguiente Sergio jugaba un partido. Antes de subirme a la habitación, vi que cerca de la piscina, en el escenario, estaban haciendo algo y me acerqué. Era una gymkana y necesitaban a gente. Yo no quise participar, pero me quedé a verlo. Estuvo bastante bien. Al menos dejé de pensar en el mensaje, aunque fue sólo durante media hora. Subí a la habitación, me puse el camisón y mientras me desmaquillaba, sonó mi móvil. Pensaba que era Tomás, pero no, Sergio fue el que me llamó.
Sergio: Cielo, ¿estás en la habitación?
María: Sí.
Sergio: Asómate al balcón.
María: Estoy desmaquillada y ya tengo puesto el camisón.
Sergio: Da igual. Nadie te verá. Tú sal.
Colgué y salí al balcón. Sergio estaba abajo, casi en la entrada del hotel, con una rosa preciosa. Mi habitación estaba en el 2º piso, así vi un papel en su mano. Empezó a hablar.
Sergio: Porque tú eres la rosa de mi jardín, porque sin ti no hubiese sido posible, porque...
Bajé corriendo por las escaleras del hotel, con el camisón. Le abracé y le di un beso. Me quedé hablando con él un rato. Me subí para la habitación. Me hizo mucha ilusión que él me dedicara ese poema. Me metí en la cama y me puse a ver un poco la tele. Me quedé frita en cuestión de segundos. Pronto sonó el despertador.
Patricia: Maria, ¿qué tal?
María: Pues muy bien, esta tarde me voy a Almería.
Patricia: ¿Y eso?
María: Sergio tiene partido y es fuera.
PAtricia: Pues a Álvaro le toca aquí.
María: ¿Qué Álvaro? Ya me estás contando.=)
Me lo estuvo contando. La verdad es que me alegraba mazo por ella.
PAtricia: Bueno, pues te dejo para que termines de preparar el equipaje y todo. Te quiero guapa.
María: Vale, bueno, ya hablaremos. Y ya sabes, sé feliz que te lo mereces. Te adoro.
Terminé de hacer la maleta y me puse a preparar la comida. Preparé una ensalada, con unos filetes. Luego me maquillé y me vestí porque estaba en pijama. Vino enseguida.
Sergio: María, ¡qué guapa!
María: Para guapo tú.
Tenía el pelo recién lavado y olía genial. Me dio un beso y nos pusimos a comer. A eso de las cinco teníamos que estar en la estación de autobuses. Lo bueno es que el autobús era de dos plantas, de manera que la parte de arriba era para pasajeros y la de abajo para los jugadores, sino hubiese sido más complicado ir juntos. Estuvimos todo el viaje hablando por la bb. Al llegar a Almería ellos tuvieron que irse directamente al hotel. Yo me dí una vuelta por allí. Recordé los veranos que pasé junto a mi loco. Le llamé.
Mau: María, loca, ¿qué tal?
María: Loco, genial, aquí en Almería.
Mau: ¿Y qué haces allá?
María: Por Sergio, que tiene partido mañana aquí.
Mau: Deséale suerte de mi parte.
Él ya sabía lo que pasó, porque por tuenti se lo había contado hace días. Colgué y me fui a preguntar si quedaba alguna habitación en el hotel de al lado en el que estaba Sergio y toda la plantilla. Me dijeron que sí. Me acomodé y me bajé a la piscina, pues aún hacía calorcito. Luego subí a la habitación, me duché y mientras me secaba vi que alguien me había enviado un sms.
De: Tomás
Para: María
Comentario:
Maria, ola, q tal todo? spero q seps kien soy, yo m acuerdo mxo d ti. Wno, no t e llamdo xk and liado cn el ekpo stos dias, pro q me acuero d ti.. Kses.. muaak Tkm
Me quedé anonadada. No me lo esperaba. No sabía si contárselo a Sergio o no. Decidí que no debía decírselo. Contesté al SMS.
De: María
Para: Tomás.
Comentario:
Too bien, estoy en Almería, ¿cómo no acordarme de ti? Bueno espero que todo te vaya bien. Nos vemos. Un beso.
Después me maquillé, me arreglé el pelo y me puse un vestido con unas manoletinas y bajé a cenar. Estaba muy nerviosa y apenas cené. Al día siguiente Sergio jugaba un partido. Antes de subirme a la habitación, vi que cerca de la piscina, en el escenario, estaban haciendo algo y me acerqué. Era una gymkana y necesitaban a gente. Yo no quise participar, pero me quedé a verlo. Estuvo bastante bien. Al menos dejé de pensar en el mensaje, aunque fue sólo durante media hora. Subí a la habitación, me puse el camisón y mientras me desmaquillaba, sonó mi móvil. Pensaba que era Tomás, pero no, Sergio fue el que me llamó.
Sergio: Cielo, ¿estás en la habitación?
María: Sí.
Sergio: Asómate al balcón.
María: Estoy desmaquillada y ya tengo puesto el camisón.
Sergio: Da igual. Nadie te verá. Tú sal.
Colgué y salí al balcón. Sergio estaba abajo, casi en la entrada del hotel, con una rosa preciosa. Mi habitación estaba en el 2º piso, así vi un papel en su mano. Empezó a hablar.
Sergio: Porque tú eres la rosa de mi jardín, porque sin ti no hubiese sido posible, porque...
Bajé corriendo por las escaleras del hotel, con el camisón. Le abracé y le di un beso. Me quedé hablando con él un rato. Me subí para la habitación. Me hizo mucha ilusión que él me dedicara ese poema. Me metí en la cama y me puse a ver un poco la tele. Me quedé frita en cuestión de segundos. Pronto sonó el despertador.
jueves, 6 de octubre de 2011
Capítulo 16: Sevilla al amanecer.
René y Vania se despidieron de nosotros. Subimos al apartamento y nos pusimos a ver la tele un rato.
Sergio: María, ¿por qué no te pones el conjunto íntimo?
María: Ahora vengo.
Fui a cambiarme. Cuando volví, Sergio se había quitado la camisa que llevaba.
Sergio: Madre mía, estás increíble.
Me acerqué a él. Me abrazó. Luego fuimos a la habitación. Pasaron varias horas y me pidió que saliésemos al balcón a ver el amanecer.
María: Espera, que me pongo una bata, no pienso salir así.
Sergio: Te espero.
Me vestí y salí al balcón, la verdad es que el amanecer en aquella ciudad era increíble.
María: Me encanta.
Sergio: A mí me encantas tú.
Le besé. Entramos adentro y nos quedamos dormidos viendo una película en el sofá. El despertador sonó a las 9:30 de la mañana.
Sergio: Joder. Que sueño.
María: ¿Qué pasa?
Sergio: Tengo que ir a entrenar. Pasado mañana hay partido.
María: Pasado mañana es...Sábado. Es verdad. ¿Dónde jugáis?
Sergio: No muy lejos, en Almería.
María: Espera que me visto y voy al entrenamiento.
Nos vestimos y fuimos a la ciudad deportiva (Ramón Cisneros Palacios). Mientras entrenaban me conecté con la blackberry y estuve hablando con Mirian. Al terminar el entrenamiento nos fuimos a comer a un restaurante cercano. Luego llegamos a casa y de lo único que teníamos ganas era de dormir. Nos despertamos a la hora de cenar.
María: ¿Qué te apetece para cenar?
Sergio: Poca cosa. Ahora voy yo.
Estuvimos haciendo la cena. Luego vimos la tele un rato y cuando se hizo tarde nos fuimos a la cama.
Sergio: Que descanses.
María: Me encanta.
Sergio: A mí me encantas tú.
Le besé. Entramos adentro y nos quedamos dormidos viendo una película en el sofá. El despertador sonó a las 9:30 de la mañana.
Sergio: Joder. Que sueño.
María: ¿Qué pasa?
Sergio: Tengo que ir a entrenar. Pasado mañana hay partido.
María: Pasado mañana es...Sábado. Es verdad. ¿Dónde jugáis?
Sergio: No muy lejos, en Almería.
María: Espera que me visto y voy al entrenamiento.
Nos vestimos y fuimos a la ciudad deportiva (Ramón Cisneros Palacios). Mientras entrenaban me conecté con la blackberry y estuve hablando con Mirian. Al terminar el entrenamiento nos fuimos a comer a un restaurante cercano. Luego llegamos a casa y de lo único que teníamos ganas era de dormir. Nos despertamos a la hora de cenar.
María: ¿Qué te apetece para cenar?
Sergio: Poca cosa. Ahora voy yo.
Estuvimos haciendo la cena. Luego vimos la tele un rato y cuando se hizo tarde nos fuimos a la cama.
Sergio: Que descanses.
viernes, 30 de septiembre de 2011
Capítulo 15: Camas, pueblo.
Sergio: Cuidado cielo, no te tropieces.
María: Gracias mi amor.
Bajamos del bus, que nos dejó en la plaza central, donde está el ayuntamiento. Subiendo una calle al lado del ayuntamiento, llegabas a la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, que era muy bonita. Si tomabas la siguiente bocacalle a la izquierda llegabas a la casa donde creció Sergio, ahora reformada por dentro. Me preguntó si quería entrar, y así conocer a mi familia política. Él no sabía si estarían sus padres en casa o podía que se hubiesen ido a la plaza del final del pueblo.
María: Me da un poco de apuro conocer ahora a tu familia, no sé que les pareceré ni si les caeré bien.
Sergio: Son gente amable, seguramente les caerás genial.
María: No sé yo.
Sergio: Que si, ya verás. Entra conmigo, te lo pido por favor.
A esa carita no se le podía decir que no. Le di un beso y llamó al timbre.
X: ¿Quién?
Sergio: Mama, que soy yo. Traigo una sorpresita.
Paqui: Espera, que ahora baja tu hermana a abrirte.
Vivian en una casa de pueblo, de tres pisos. Aquí vivían Paqui y José Mª, los padres de Sergio.
X: Sergio, cuanto tiempo.
La chica abrazó a Sergio, era su hermana.
Sergio: Miriam, te presento a tu cuñada.
María: Encantada.
Me dio dos besos.
Miriam R.: Que bien suena eso de cuñada, ¿eh? Pasad. No os quedéis ahí.
Pasamos, la casa era muy bonita por fuera, pero por dentro mucho más. Subimos por unas escaleras de caracol preciosas. Estaba muy nerviosa. Para tranquilizarme Sergio me cogió de la cintura.
Paqui: Sergio, cariño.
Le achuchó. La mujer rubia, muy guapa, era mi suegra. Sergio tenía algo de ella, aunque era un calco de su padre.
Jose Mª: Anda Sergio, ¿Y la chica?
Sergio: Es María, mi novia.
Paqui: Es muy mona, un placer.
María: Muchas gracias. Igualmente.
Se acercó y me dio otros dos besos.
José Mª: María de la O, María de la O.
José Mª cantaba muy a menudo y no lo hacía mal.
Miriam R: Papa, por favor.
Paqui: es tarde, ¿Os quedáis a cenar, no?
María: N..
Sergio: Claro que sí.
María: Pero tampoco quiero molestar.
José Mª: ¡Pero que tontadas dices! Hija, aquí no molestas. Eres una más.
María: Gracias.
Paqui se metió a la cocina, y Miriam bajó a la calle. Nos quedamos en el salón el padre, Sergio y yo.
José Mª: Pues ahora solo te falta conocer a René y a su pareja, Vania. Creo que venían a cenar.
Sergio: Sí, René es mi hermano, dicen que somos como dos gotas de agua.
María: Entonces será ...
Timbre: Ding-dong
José Mª: Será Miriam.
José Mª bajó a abrirla. Nos quedamos solos Sergio y yo.
Sergio: Ves, ¿Te lo dije o no?
María: Te amo.
Me besó.
X: Vania ahora sube, se ha quedado abajo con la peque hablando con Rocío y Miriam.
José Mª: Vale. Por cierto, tu hermano nos acaba de presentar a su novia.
René: ¿Sí? A que lo adivino, ¿Es castaña o morena?
José Mª: Como no, jajajaja. Están arriba.
Oímos como subían. Sergio me dio un abrazo y un beso en la mejilla.
René: ¡Sergio!
Y le dio un abrazo.
Sergio: ¿Y Vania?
René: Está abajo.
Vino hacia donde estaba yo.
José Mª: Ella es tu nueva cuñada.
René: Que guapa. Sergio te la has buscado perfecta, ¿eh?
Me sonrojé.
Sergio: Sí, pero es mía, ¿te queda claro?
René: Sí, sí. Si yo con Vania estoy muy bien.
Sergio: Pues eso.
Se echaron una carcajada. Estas "peleas" eran habituales en ellos. Se llevaban genial.
René: Un placer.
María: Gracias, lo mismo digo.
Me dio dos besos en las mejillas. La verdad es que se parecían bastante. Pero Sergio me gustaba muchísimo más. Paqui salió de la cocina con platos, muchos platos.
Paqui: Chicos, a la mesa. A cenar.
José Mª: Faltan Vania, la peque y Miriam.
Paqui: Bueno, ya subirán. Vamos a empezar a bendecir la mesa.
Nos sentamos en la mesa redonda. Me senté al lado de Sergio y Paqui. Empezaron a santiguarse y más tarde rezando para sí mismos. Yo recé un padre nuestro.
Todos: Amén.
José Mª: René, ¿quieres hacer tú la ofrenda?
René: Está bien. Padre, gracias por los alimentos que nos otorgas por el trabajo de hombres y mujeres, gracias por hacer que estemos todos los presentes, unidos más que nunca. Gracias de corazón.
Se volvieron a santiguar. Al empezar a cenar, llegaron Miriam, Vania y su chiquilla.
Vania: Hola chicos.
Vino a dar besos.
José Mª: Ella, María, es la novia de Sergio, tu cuñada.
Vania: Encantada.
María: Igualmente.
Me dio un abrazo.
Vania: (Susurrándome) No te conozco, pero se te ve muy buena chica. Sergio es un chaval increíble. No lo pierdas.
María: (También le susurré) Muchas gracias. Lo intentaré.
Paqui: María, esta chiquilla tan guapa es Daniela, la hija de René y Vania.
María: Que graciosa. Ven peque.
Daniela era muy mona, la cogí y me la senté encima.
Sergio: No sabía que te gustasen tanto los niños pequeños.
María: Bueno,... jajaja.
José Mª: Eso ha sonado a que él quiere uno contigo.
Sergio: Papá, ya, por favor, jeje.
Sergio se sonrojó. Cenando nos reímos mucho, la familia era increíble. Al terminar decidimos irnos.
Miriam: ¿Os vais ya?
René: Nosotros sí.
Sergio: Sí y nosotros.
Paqui: Bueno pues lo dicho María, esta es tu casa, ven cuando quieras.
María: Muchas gracias.
Nos despedimos y nos fuimos. René y Vania nos llevaron a Sevilla, porque ellos viven en un pueblo cercano, pero en dirección contraria a Camas.
María: Gracias mi amor.
Bajamos del bus, que nos dejó en la plaza central, donde está el ayuntamiento. Subiendo una calle al lado del ayuntamiento, llegabas a la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, que era muy bonita. Si tomabas la siguiente bocacalle a la izquierda llegabas a la casa donde creció Sergio, ahora reformada por dentro. Me preguntó si quería entrar, y así conocer a mi familia política. Él no sabía si estarían sus padres en casa o podía que se hubiesen ido a la plaza del final del pueblo.
María: Me da un poco de apuro conocer ahora a tu familia, no sé que les pareceré ni si les caeré bien.
Sergio: Son gente amable, seguramente les caerás genial.
María: No sé yo.
Sergio: Que si, ya verás. Entra conmigo, te lo pido por favor.
A esa carita no se le podía decir que no. Le di un beso y llamó al timbre.
X: ¿Quién?
Sergio: Mama, que soy yo. Traigo una sorpresita.
Paqui: Espera, que ahora baja tu hermana a abrirte.
Vivian en una casa de pueblo, de tres pisos. Aquí vivían Paqui y José Mª, los padres de Sergio.
X: Sergio, cuanto tiempo.
La chica abrazó a Sergio, era su hermana.
Sergio: Miriam, te presento a tu cuñada.
María: Encantada.
Me dio dos besos.
Miriam R.: Que bien suena eso de cuñada, ¿eh? Pasad. No os quedéis ahí.
Pasamos, la casa era muy bonita por fuera, pero por dentro mucho más. Subimos por unas escaleras de caracol preciosas. Estaba muy nerviosa. Para tranquilizarme Sergio me cogió de la cintura.
Paqui: Sergio, cariño.
Le achuchó. La mujer rubia, muy guapa, era mi suegra. Sergio tenía algo de ella, aunque era un calco de su padre.
Jose Mª: Anda Sergio, ¿Y la chica?
Sergio: Es María, mi novia.
Paqui: Es muy mona, un placer.
María: Muchas gracias. Igualmente.
Se acercó y me dio otros dos besos.
José Mª: María de la O, María de la O.
José Mª cantaba muy a menudo y no lo hacía mal.
Miriam R: Papa, por favor.
Paqui: es tarde, ¿Os quedáis a cenar, no?
María: N..
Sergio: Claro que sí.
María: Pero tampoco quiero molestar.
José Mª: ¡Pero que tontadas dices! Hija, aquí no molestas. Eres una más.
María: Gracias.
Paqui se metió a la cocina, y Miriam bajó a la calle. Nos quedamos en el salón el padre, Sergio y yo.
José Mª: Pues ahora solo te falta conocer a René y a su pareja, Vania. Creo que venían a cenar.
Sergio: Sí, René es mi hermano, dicen que somos como dos gotas de agua.
María: Entonces será ...
Timbre: Ding-dong
José Mª: Será Miriam.
José Mª bajó a abrirla. Nos quedamos solos Sergio y yo.
Sergio: Ves, ¿Te lo dije o no?
María: Te amo.
Me besó.
X: Vania ahora sube, se ha quedado abajo con la peque hablando con Rocío y Miriam.
José Mª: Vale. Por cierto, tu hermano nos acaba de presentar a su novia.
René: ¿Sí? A que lo adivino, ¿Es castaña o morena?
José Mª: Como no, jajajaja. Están arriba.
Oímos como subían. Sergio me dio un abrazo y un beso en la mejilla.
René: ¡Sergio!
Y le dio un abrazo.
Sergio: ¿Y Vania?
René: Está abajo.
Vino hacia donde estaba yo.
José Mª: Ella es tu nueva cuñada.
René: Que guapa. Sergio te la has buscado perfecta, ¿eh?
Me sonrojé.
Sergio: Sí, pero es mía, ¿te queda claro?
René: Sí, sí. Si yo con Vania estoy muy bien.
Sergio: Pues eso.
Se echaron una carcajada. Estas "peleas" eran habituales en ellos. Se llevaban genial.
René: Un placer.
María: Gracias, lo mismo digo.
Me dio dos besos en las mejillas. La verdad es que se parecían bastante. Pero Sergio me gustaba muchísimo más. Paqui salió de la cocina con platos, muchos platos.
Paqui: Chicos, a la mesa. A cenar.
José Mª: Faltan Vania, la peque y Miriam.
Paqui: Bueno, ya subirán. Vamos a empezar a bendecir la mesa.
Nos sentamos en la mesa redonda. Me senté al lado de Sergio y Paqui. Empezaron a santiguarse y más tarde rezando para sí mismos. Yo recé un padre nuestro.
Todos: Amén.
José Mª: René, ¿quieres hacer tú la ofrenda?
René: Está bien. Padre, gracias por los alimentos que nos otorgas por el trabajo de hombres y mujeres, gracias por hacer que estemos todos los presentes, unidos más que nunca. Gracias de corazón.
Se volvieron a santiguar. Al empezar a cenar, llegaron Miriam, Vania y su chiquilla.
Vania: Hola chicos.
Vino a dar besos.
José Mª: Ella, María, es la novia de Sergio, tu cuñada.
Vania: Encantada.
María: Igualmente.
Me dio un abrazo.
Vania: (Susurrándome) No te conozco, pero se te ve muy buena chica. Sergio es un chaval increíble. No lo pierdas.
María: (También le susurré) Muchas gracias. Lo intentaré.
Paqui: María, esta chiquilla tan guapa es Daniela, la hija de René y Vania.
María: Que graciosa. Ven peque.
Daniela era muy mona, la cogí y me la senté encima.
Sergio: No sabía que te gustasen tanto los niños pequeños.
María: Bueno,... jajaja.
José Mª: Eso ha sonado a que él quiere uno contigo.
Sergio: Papá, ya, por favor, jeje.
Sergio se sonrojó. Cenando nos reímos mucho, la familia era increíble. Al terminar decidimos irnos.
Miriam: ¿Os vais ya?
René: Nosotros sí.
Sergio: Sí y nosotros.
Paqui: Bueno pues lo dicho María, esta es tu casa, ven cuando quieras.
María: Muchas gracias.
Nos despedimos y nos fuimos. René y Vania nos llevaron a Sevilla, porque ellos viven en un pueblo cercano, pero en dirección contraria a Camas.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Capítulo 14: Preciosa velada.
Sergio y yo nos fuimos de la plaza.
Sergio: ¿Has visto? Qué bien bailas. Te amo
Me besó.
María: Todo el mérito es tuyo.
Sergio: Que va. ¿Te llevo a un sitio que casi nadie conoce?
María: Claro.
Sergio: Sígueme
Cogí su brazo. Llegamos a las afueras del pueblo. Había mucha maleza.
Sergio: Cuidado no te raspes con ninguna rama.
María: Está bien.
Sergio fue abriendo paso entre los árboles, y llegamos a un llano precioso, en el que una parte del Guadalquivir se estancaba en un pantano prácticamente virgen.
Sergio: ¿Te gusta?
María: Sí, mucho, pero no tanto como tú.
Nos besamos.
Sergio: Te amo. ¿Quieres quedarte o nos vamos ya?
María: Más. Este sitio me gusta bastante, lo que tú quieras.
Sergio: Si a ti te gusta, nos quedamos.
María: Te quiero.
Allí no había nadie, es como si esa preciosidad sería de Sergio y mía. Nos besamos, y como hacía tanto calor nos acercamos al estanque a remojarnos los pies. Al cabo de unos minutos paseamos alrededor, viendo lo precioso que era aquello.
Sergio: Es tarde ya, son las 20:30h.
María: ¡Qué rápido se me pasan las horas contigo!
Sergio: Y a mí contigo. Te amo.
Me besó apasionadamente.
Sergio: Quédate aquí amor. Vengo pronto.
María: De acuerdo, pero, ¿a dónde vas?
Sergio: Ya lo verás. Hasta ahora.
Sergio se fue. Aproveché ese rato para llamar a Mirian.
María: Mirian, cielo, ¿Qué tal?
Mirian: Bien, pero te echamos de menos.
María: Yo ha vosotras también.
Mirian: ¿Sabes qué? Estoy con...
María: ¿Enserio? No me lo puedo creer. Enhorabuena. Por fin lo has conseguido. Bueno te dejo que viene mi sol ya. Os quiero.
Mirian: Gracias, vale. Un besazo.
Colgué con Mirian, y Sergio llegó en un par de minutos. Sergio llegó con un ramo de flores.
María: Son..son preciosas
Sergio: Es mi humilde forma de agradecerte que estés junto a mi.
María: Oiis! Te amo.
Le besé.
Sergio: Ya es tarde. ¿Volvemos a Sevilla?
María: Vale.
Salimos de ahí, la gente seguía bailando. Cuando llegó el bus, el autobusero nos comunicó que pararíamos en un pueblo cercano una media hora. Podíamos quedarnos en el autobús o salir a visitarlo. Cuando llegamos, vimos que era Camas, dónde Sergio nació.
Sergio: ¿Quieres ver el pueblo dónde nací y me crié?
María: Claro, tiene que ser precioso, porque nació un ángel.
Sergio: ¿Sabes que te amo?
Sergio: ¿Has visto? Qué bien bailas. Te amo
Me besó.
María: Todo el mérito es tuyo.
Sergio: Que va. ¿Te llevo a un sitio que casi nadie conoce?
María: Claro.
Sergio: Sígueme
Cogí su brazo. Llegamos a las afueras del pueblo. Había mucha maleza.
Sergio: Cuidado no te raspes con ninguna rama.
María: Está bien.
Sergio fue abriendo paso entre los árboles, y llegamos a un llano precioso, en el que una parte del Guadalquivir se estancaba en un pantano prácticamente virgen.
Sergio: ¿Te gusta?
María: Sí, mucho, pero no tanto como tú.
Nos besamos.
Sergio: Te amo. ¿Quieres quedarte o nos vamos ya?
María: Más. Este sitio me gusta bastante, lo que tú quieras.
Sergio: Si a ti te gusta, nos quedamos.
María: Te quiero.
Allí no había nadie, es como si esa preciosidad sería de Sergio y mía. Nos besamos, y como hacía tanto calor nos acercamos al estanque a remojarnos los pies. Al cabo de unos minutos paseamos alrededor, viendo lo precioso que era aquello.
Sergio: Es tarde ya, son las 20:30h.
María: ¡Qué rápido se me pasan las horas contigo!
Sergio: Y a mí contigo. Te amo.
Me besó apasionadamente.
Sergio: Quédate aquí amor. Vengo pronto.
María: De acuerdo, pero, ¿a dónde vas?
Sergio: Ya lo verás. Hasta ahora.
Sergio se fue. Aproveché ese rato para llamar a Mirian.
María: Mirian, cielo, ¿Qué tal?
Mirian: Bien, pero te echamos de menos.
María: Yo ha vosotras también.
Mirian: ¿Sabes qué? Estoy con...
María: ¿Enserio? No me lo puedo creer. Enhorabuena. Por fin lo has conseguido. Bueno te dejo que viene mi sol ya. Os quiero.
Mirian: Gracias, vale. Un besazo.
Colgué con Mirian, y Sergio llegó en un par de minutos. Sergio llegó con un ramo de flores.
María: Son..son preciosas
Sergio: Es mi humilde forma de agradecerte que estés junto a mi.
María: Oiis! Te amo.
Le besé.
Sergio: Ya es tarde. ¿Volvemos a Sevilla?
María: Vale.
Salimos de ahí, la gente seguía bailando. Cuando llegó el bus, el autobusero nos comunicó que pararíamos en un pueblo cercano una media hora. Podíamos quedarnos en el autobús o salir a visitarlo. Cuando llegamos, vimos que era Camas, dónde Sergio nació.
Sergio: ¿Quieres ver el pueblo dónde nací y me crié?
María: Claro, tiene que ser precioso, porque nació un ángel.
Sergio: ¿Sabes que te amo?
domingo, 25 de septiembre de 2011
Capítulo 13: Concurso.
María: No quiero hacer el ridículo delante de tanta gente.
Sergio: No lo harás.
María: Si tú piensas eso, apuntémonos.
Fuimos a apuntarnos para el concurso.
X: Buenas tardes.
María: Hola, queríamos apuntarnos al concurso de sevillanas.
X: De acuerdo. Rellenen este formulario, cuando terminen me lo devolvéis.
Sergio: Gracias.
Rellenamos el formulario. Se lo llevé a la señora.
María: Ya lo hemos rellenado.
X: Muy bien, sois la pareja número 15. Suerte.
María: Gracias.
Fui con Sergio.
Sergio: ¿Ya está?
María: Sí, somos la pareja 15. Así que tenemos que ir preparándonos.
Sergio: Sí, además tú tienes que vestirte, son las bases del concurso. Ella es amiga de mi hermana. Te va a dejar su traje. Lo tiene en su coche.
Me lo trajo y fui a cambiarme a un bar. Cuando salí iban por la pareja número 11.
Sergio: María estás espectacular.
María: Muchas gracias, tú también.
Él también se había cambiado, iba guapísimo. Nos apartamos del grupo y me enseñó algunos pasos, cuando terminamos estaba terminando la pareja 13.
María: Nos va a toca pronto. Que nerviosa estoy.
Sergio: Tú tranquila, verás como todo sale bien.
Vimos a la pareja 14 y tenía mucho nivel, les aplaudieron muchísimo. Antes de comenzar nosotros, Sergio se acercó al tribuno y pidió una canción. Era preciosa. Vino al centro de la pista donde estaba yo.
Sergio: (me susurró) ¿Lista?
María: Lista, te quiero.
Nos pusimos a bailar. Al finalizar la canción, terminé en sus brazos, él se abalanzó sobre mi y me besó.Todos aplaudieron, y nosotros salimos de la pista. La amiga de Miriam, la hermana de Sergio nos dijo que habíamos estado espectaculares, y me preguntó si yo había bailado sevillanas alguna vez. Las parejas que participaron fueron 20 y al finalizar dieron los premios oportunos. Pareja ganadora, y finalistas, solo dos parejas más. La pareja que ganó, actuó en 7º lugar, y la primera finalista en 19º. Nos paralizamos cuando por megafonía anunciaron nuestros nombres.
Megafonía: Y la 2ª pareja finalista, ganadora de 200€ y un fin de semana en Zahara de los Atunes en un hotel de 4*, es....Sergio y María, la pareja 15ª.
Salimos a recoger el galador, y nos hicimos fotos con las otras parejas
Sergio: No lo harás.
María: Si tú piensas eso, apuntémonos.
Fuimos a apuntarnos para el concurso.
X: Buenas tardes.
María: Hola, queríamos apuntarnos al concurso de sevillanas.
X: De acuerdo. Rellenen este formulario, cuando terminen me lo devolvéis.
Sergio: Gracias.
Rellenamos el formulario. Se lo llevé a la señora.
María: Ya lo hemos rellenado.
X: Muy bien, sois la pareja número 15. Suerte.
María: Gracias.
Fui con Sergio.
Sergio: ¿Ya está?
María: Sí, somos la pareja 15. Así que tenemos que ir preparándonos.
Sergio: Sí, además tú tienes que vestirte, son las bases del concurso. Ella es amiga de mi hermana. Te va a dejar su traje. Lo tiene en su coche.
Me lo trajo y fui a cambiarme a un bar. Cuando salí iban por la pareja número 11.
Sergio: María estás espectacular.
María: Muchas gracias, tú también.
Él también se había cambiado, iba guapísimo. Nos apartamos del grupo y me enseñó algunos pasos, cuando terminamos estaba terminando la pareja 13.
María: Nos va a toca pronto. Que nerviosa estoy.
Sergio: Tú tranquila, verás como todo sale bien.
Vimos a la pareja 14 y tenía mucho nivel, les aplaudieron muchísimo. Antes de comenzar nosotros, Sergio se acercó al tribuno y pidió una canción. Era preciosa. Vino al centro de la pista donde estaba yo.
Sergio: (me susurró) ¿Lista?
María: Lista, te quiero.
Nos pusimos a bailar. Al finalizar la canción, terminé en sus brazos, él se abalanzó sobre mi y me besó.Todos aplaudieron, y nosotros salimos de la pista. La amiga de Miriam, la hermana de Sergio nos dijo que habíamos estado espectaculares, y me preguntó si yo había bailado sevillanas alguna vez. Las parejas que participaron fueron 20 y al finalizar dieron los premios oportunos. Pareja ganadora, y finalistas, solo dos parejas más. La pareja que ganó, actuó en 7º lugar, y la primera finalista en 19º. Nos paralizamos cuando por megafonía anunciaron nuestros nombres.
Megafonía: Y la 2ª pareja finalista, ganadora de 200€ y un fin de semana en Zahara de los Atunes en un hotel de 4*, es....Sergio y María, la pareja 15ª.
Salimos a recoger el galador, y nos hicimos fotos con las otras parejas
martes, 13 de septiembre de 2011
Capítulo 12: ¡Sorpresa!
Llegamos al apartamento y Sergio me vendó los ojos con una cinta morada. Me llevó hasta la habitación.
Sergio: Ya puedes quitarte la cinta.
María: Que preciosidad, ¿es para mí?
Sergio: Claro. Pero debes prometerme algo. Solo lo puedes usar conmigo.
María: ¿Con quién si no?
Sergio me había regalado un conjunto íntimo, es decir un sostén precioso, con un tanga muy sexy y un camisón impresionante.
María: Hoy lo estreno, ¿vale?
Sergio: Muero por verte con ese conjunto, tienes que estar espectacular.
María: Te quiero.
Sergio: ¿Vamos a dar una vuelta por ahí?
María: De acuerdo.
Salimos del apartamento y me llevó al centro comercial. Entramos en una tienda de ropa. Oí mi nombre.
Sergio: María, te llaman.
María: Yo también he oído mi nombre.
Alguien se acercó.
X: María, ¿no sabes quien soy?
María: Cariño, claro que sí.
Era Patricia la amiga que hice por internet y que tantos ánimos me había dado.
María: Sergio, ella es Patri una buena amiga mía.
Sergio: Encantado.
Patricia: Un placer. Eres futbolista, ¿no?
Sergio: Así es, del Sevilla.
María: ¿Cómo has sabido que era yo?
Patricia: Imposible equivocarse con otra chica. Eres única.
María: Te quiero bonita.
Nos abrazamos. Por fin habíamos podido conocernos.
Patricia: ¿Has venido de vacaciones?
María: Que va. Me quedo a vivir aquí. Con Sergio.
Patricia: Que suerte.
La llamaron al teléfono.
Patrcia: Hola, sí ya voy, un beso, te quiero.
María: ¿A dónde vas?
Patricia: He quedado con Álvaro, él también es futbolista, es un jugador del Real Madrid Castilla.
Sergio: ¿Álvaro Morata?
Patrcia: Sí. Bueno me voy. Luego te llamo, ¿vale María?
María: Vale.
Patricia se fue y nosotros nos fuimos a dar un paseo por Sevilla.
María: Qué calor hace.
Sergio: Y contigo al lado, más todavía.
María: Te quiero, ¿lo sabías?
Sergio: Me quedó claro cuando dejaste todo para venirte aquí. Es lo más bonito que nadie hará por mí jamás. Te amo.
María: Es lo menos que podía hacer. Tú fuiste el que me hiciste sentir como una princesa.
Me besó apasionadamente. Luego, fuimos a comer.
María: Sergio, ¿vamos a comer fuera?
Sergio: Sí, ¿tú no quieres?
María: Claro que sí, pero antes debo ir al apartamento a cambiarme de ropa, con esta me estoy asando.
Sergio: Te acompaño.
Me cambié, me puse un short's con una cami nueva y unas cuñas preciosas.
Sergio: Estás preciosa.
María: Gracias. Te quiero.
Sergio: Te voy a llevar al mejor restaurante de toda Sevilla.
Fuimos al restaurante. Cuando terminamos de comer me comentó que eran las fiestas de un pueblo cercano.
Sergio: Cielo, ahora son las fiestas de Gelves, si quieres vamos a dar una vuelta.
María: De acuerdo.
Fuimos a la estación de autobuses, y nos subimos al bus que hacía la ruta por toda la provincia. Al llegar al pueblo me quedé impresionada. Todas las mujeres iban vestidas con trajes regionales y los mozos iban muy elegantes.
María: Esto es increíble. Me encanta.
Dimos una vuelta por el pueblo, y en la plaza había concurso de sevillanas.
Sergio: ¿Tú sabes bailarlas?
María: Más o menos.
Sabía los pasos principales, pues mi tía en las navidades me enseñaba a bailar este baile.
Sergio: Pues vamos a apuntarnos.
Sergio: Ya puedes quitarte la cinta.
María: Que preciosidad, ¿es para mí?
Sergio: Claro. Pero debes prometerme algo. Solo lo puedes usar conmigo.
María: ¿Con quién si no?
Sergio me había regalado un conjunto íntimo, es decir un sostén precioso, con un tanga muy sexy y un camisón impresionante.
María: Hoy lo estreno, ¿vale?
Sergio: Muero por verte con ese conjunto, tienes que estar espectacular.
María: Te quiero.
Sergio: ¿Vamos a dar una vuelta por ahí?
María: De acuerdo.
Salimos del apartamento y me llevó al centro comercial. Entramos en una tienda de ropa. Oí mi nombre.
Sergio: María, te llaman.
María: Yo también he oído mi nombre.
Alguien se acercó.
X: María, ¿no sabes quien soy?
María: Cariño, claro que sí.
Era Patricia la amiga que hice por internet y que tantos ánimos me había dado.
María: Sergio, ella es Patri una buena amiga mía.
Sergio: Encantado.
Patricia: Un placer. Eres futbolista, ¿no?
Sergio: Así es, del Sevilla.
María: ¿Cómo has sabido que era yo?
Patricia: Imposible equivocarse con otra chica. Eres única.
María: Te quiero bonita.
Nos abrazamos. Por fin habíamos podido conocernos.
Patricia: ¿Has venido de vacaciones?
María: Que va. Me quedo a vivir aquí. Con Sergio.
Patricia: Que suerte.
La llamaron al teléfono.
Patrcia: Hola, sí ya voy, un beso, te quiero.
María: ¿A dónde vas?
Patricia: He quedado con Álvaro, él también es futbolista, es un jugador del Real Madrid Castilla.
Sergio: ¿Álvaro Morata?
Patrcia: Sí. Bueno me voy. Luego te llamo, ¿vale María?
María: Vale.
Patricia se fue y nosotros nos fuimos a dar un paseo por Sevilla.
María: Qué calor hace.
Sergio: Y contigo al lado, más todavía.
María: Te quiero, ¿lo sabías?
Sergio: Me quedó claro cuando dejaste todo para venirte aquí. Es lo más bonito que nadie hará por mí jamás. Te amo.
María: Es lo menos que podía hacer. Tú fuiste el que me hiciste sentir como una princesa.
Me besó apasionadamente. Luego, fuimos a comer.
María: Sergio, ¿vamos a comer fuera?
Sergio: Sí, ¿tú no quieres?
María: Claro que sí, pero antes debo ir al apartamento a cambiarme de ropa, con esta me estoy asando.
Sergio: Te acompaño.
Me cambié, me puse un short's con una cami nueva y unas cuñas preciosas.
Sergio: Estás preciosa.
María: Gracias. Te quiero.
Sergio: Te voy a llevar al mejor restaurante de toda Sevilla.
Fuimos al restaurante. Cuando terminamos de comer me comentó que eran las fiestas de un pueblo cercano.
Sergio: Cielo, ahora son las fiestas de Gelves, si quieres vamos a dar una vuelta.
María: De acuerdo.
Fuimos a la estación de autobuses, y nos subimos al bus que hacía la ruta por toda la provincia. Al llegar al pueblo me quedé impresionada. Todas las mujeres iban vestidas con trajes regionales y los mozos iban muy elegantes.
María: Esto es increíble. Me encanta.
Dimos una vuelta por el pueblo, y en la plaza había concurso de sevillanas.
Sergio: ¿Tú sabes bailarlas?
María: Más o menos.
Sabía los pasos principales, pues mi tía en las navidades me enseñaba a bailar este baile.
Sergio: Pues vamos a apuntarnos.
martes, 9 de agosto de 2011
Capítulo 11: Reencuentros
Al terminar la película nos fuimos a casa a recoger todo. Al día siguiente regresaría a Sevilla. Iba a estar mucho tiempo fuera. Tenía que coger todo lo necesario para tanto tiempo.
Mirian: Te voy a echar de menos.
Elena: Y yo.
Mirian: Es que han sido tantos años juntas, desde los 3. Y ahora te vas.
María: Pero estaremos en contacto.
Mirian: Lo que quiero es que seas feliz.
María: Voy a coger todo lo que necesito para el tiempo que esté en Sevilla.
Estuve recogiendo todo. Rondaban las 9 de la noche. Llamé a Sergio.
María: Mi niño...Sí, bien...ya estoy recogiendo todo...en unas horitas nos vemos...¿a qué estos días se te han pasado rápidos?...Ves, te lo dije...Bueno, cuando me quedé media hora para llegar yo te llamo...Gracias...Te amo.
Elena: Que pareja más cuqui.
Seguí guardando cosas. Iba de un lado a otro de la casa. No quería irme de Madrid, pero tampoco quería perder a alguien tan especial como Sergio.
María: Ya he cogido todo. Me voy a dormir.
Mirian: El hueco que has hecho, no lo va a ocupar nadie.
María: Mirian, te quiero mucho, pero no me hagas esto tan difícil. Para mí no es fácil dejarte aquí, pero también me gustaría empezar algo y olvidar mi pasado.
Mirian: Si tú ya sabes que me alegro mucho. Pero te echaré mucho de menos.
María: Y yo a vosotras.
Nos fundimos en un abrazo. Me acosté y me dormí en un segundo. Al día siguiente me despertó mi amiga con mi desayuno preferido
Mirian: Y esto es porque te lo mereces y porque vamos a estar mucho tiempo separadas.
María: Mirian, muchas gracias.
Desayuné rápido. El tren salía a las 11:30 de atocha. Me vestí y fuimos hasta la estación.
Megafonía: Los pasajeros con destino Sevilla suban a bordo.
Mirian: Te echaré de menos.
Elena: Sé tú misma, no te dejes influenciar por nada ni por nadie. Te quiero.
María: Os quiero mucho. Os llamaré siempre que pueda, ¿vale?
Me subí al tren. Las horas de viaje se me hicieron eternas. Me iba con Sergio y dejaba en Madrid a mi mejor amiga. Al llegar a Sevilla, él estaba allí. Estaba guapísimo. Llevaba un pirata y una camiseta. Yo llevaba un vestido de volantes floreado pero tampoco excesivamente, el pelo lo llevaba ondulado y los zapatos tenían bastante tacón.
Sergio: Mi niña. Estás preciosa. Te amo.
Me besó.
María: Yo también te amo. Que guapo eres mi príncipe.
Sergio: Te he preparado una sorpresa. Cuando llegues a casa tienes que cerrar los ojos.
Mirian: Te voy a echar de menos.
Elena: Y yo.
Mirian: Es que han sido tantos años juntas, desde los 3. Y ahora te vas.
María: Pero estaremos en contacto.
Mirian: Lo que quiero es que seas feliz.
María: Voy a coger todo lo que necesito para el tiempo que esté en Sevilla.
Estuve recogiendo todo. Rondaban las 9 de la noche. Llamé a Sergio.
María: Mi niño...Sí, bien...ya estoy recogiendo todo...en unas horitas nos vemos...¿a qué estos días se te han pasado rápidos?...Ves, te lo dije...Bueno, cuando me quedé media hora para llegar yo te llamo...Gracias...Te amo.
Elena: Que pareja más cuqui.
Seguí guardando cosas. Iba de un lado a otro de la casa. No quería irme de Madrid, pero tampoco quería perder a alguien tan especial como Sergio.
María: Ya he cogido todo. Me voy a dormir.
Mirian: El hueco que has hecho, no lo va a ocupar nadie.
María: Mirian, te quiero mucho, pero no me hagas esto tan difícil. Para mí no es fácil dejarte aquí, pero también me gustaría empezar algo y olvidar mi pasado.
Mirian: Si tú ya sabes que me alegro mucho. Pero te echaré mucho de menos.
María: Y yo a vosotras.
Nos fundimos en un abrazo. Me acosté y me dormí en un segundo. Al día siguiente me despertó mi amiga con mi desayuno preferido
Mirian: Y esto es porque te lo mereces y porque vamos a estar mucho tiempo separadas.
María: Mirian, muchas gracias.
Desayuné rápido. El tren salía a las 11:30 de atocha. Me vestí y fuimos hasta la estación.
Megafonía: Los pasajeros con destino Sevilla suban a bordo.
Mirian: Te echaré de menos.
Elena: Sé tú misma, no te dejes influenciar por nada ni por nadie. Te quiero.
María: Os quiero mucho. Os llamaré siempre que pueda, ¿vale?
Me subí al tren. Las horas de viaje se me hicieron eternas. Me iba con Sergio y dejaba en Madrid a mi mejor amiga. Al llegar a Sevilla, él estaba allí. Estaba guapísimo. Llevaba un pirata y una camiseta. Yo llevaba un vestido de volantes floreado pero tampoco excesivamente, el pelo lo llevaba ondulado y los zapatos tenían bastante tacón.
Sergio: Mi niña. Estás preciosa. Te amo.
Me besó.
María: Yo también te amo. Que guapo eres mi príncipe.
Sergio: Te he preparado una sorpresa. Cuando llegues a casa tienes que cerrar los ojos.
lunes, 8 de agosto de 2011
Capítulo 10: Regreso a Madrid y fiesta de despedida.
Llegamos a Madrid.
Mirian: Sigue igual que cuando nos fuimos.
María: Solo han sido tres días.
Mirian: Ya, pero tú te vas a ir y ya no va a ser lo mismo.
María: Pero vendrá Elena.
Mirian: Lo sé. Nada será igual.
María: Anda tonta. [La abracé] Te llamaré todos los días y me conectaré. Haremos vídeo-cam's te lo prometo.
Mirian: Me quedo más tranquila.
María: [Cogiendo el teléfono] Cielo, ya hemos llegado...sí todo bien...Pronto estaremos juntos...Te amo.
Deshicimos las maletas y nos echamos en la cama a ver la tele. Al cabo de un buen rato recibí una llamada de Tomás.
Mirian: Contéstale.
María: Paso. Estoy con Sergio y no lo va a entender.
Mirian: Lo entenderá si se lo dices tú.
María: De acuerdo, ahora le llamo.
Llamé a Tomás y me entendió perfectamente, además me sorprendió porque me dijo que se conocían. Tomás jugaba en la cantera del Real Madrid, como portero. Conoció a Sergio en un partido benéfico. Sevilla Atlético-Real Madrid Castilla. El sábado estaba en Sevilla puesto que su familia paterna es Andaluza.
Mirian: ¿Ves? Te lo he dicho, va a ser mejor.
María: Debo hacerte caso más a menudo.
Mirian: ¿Vamos a dar una vuelta?
María: Bien. Así compro el billete de tren para el miércoles.
Nos fuimos por el centro. Comimos en un restaurante de un centro comercial. Estuvimos de compras toda la tarde. Volvimos tarde.
María: Mirian, que sueño tengo. Me voy a duchar y me iré a la cama directa.
Mirian: Yo también. Madre mía lo que hemos andado hoy. Y con esos tacones.
Me duché y me dormí enseguida. Al día siguiente prepararíamos una fiesta de despedida. Elena también vino, acababa de llegar de Sevilla.
Mirian: Pues hoy te haremos una fiesta.
María: ¿Y eso?
Elena: Te vas a ir y no te vamos a ver en mucho tiempo.
María: Sois geniales. Os quiero.
Nos lo pasamos muy bien. La música era preciosa, había canciones andaluzas. A media tarde decidimos ir a ver una película.
Mirian: Sigue igual que cuando nos fuimos.
María: Solo han sido tres días.
Mirian: Ya, pero tú te vas a ir y ya no va a ser lo mismo.
María: Pero vendrá Elena.
Mirian: Lo sé. Nada será igual.
María: Anda tonta. [La abracé] Te llamaré todos los días y me conectaré. Haremos vídeo-cam's te lo prometo.
Mirian: Me quedo más tranquila.
María: [Cogiendo el teléfono] Cielo, ya hemos llegado...sí todo bien...Pronto estaremos juntos...Te amo.
Deshicimos las maletas y nos echamos en la cama a ver la tele. Al cabo de un buen rato recibí una llamada de Tomás.
Mirian: Contéstale.
María: Paso. Estoy con Sergio y no lo va a entender.
Mirian: Lo entenderá si se lo dices tú.
María: De acuerdo, ahora le llamo.
Llamé a Tomás y me entendió perfectamente, además me sorprendió porque me dijo que se conocían. Tomás jugaba en la cantera del Real Madrid, como portero. Conoció a Sergio en un partido benéfico. Sevilla Atlético-Real Madrid Castilla. El sábado estaba en Sevilla puesto que su familia paterna es Andaluza.
Mirian: ¿Ves? Te lo he dicho, va a ser mejor.
María: Debo hacerte caso más a menudo.
Mirian: ¿Vamos a dar una vuelta?
María: Bien. Así compro el billete de tren para el miércoles.
Nos fuimos por el centro. Comimos en un restaurante de un centro comercial. Estuvimos de compras toda la tarde. Volvimos tarde.
María: Mirian, que sueño tengo. Me voy a duchar y me iré a la cama directa.
Mirian: Yo también. Madre mía lo que hemos andado hoy. Y con esos tacones.
Me duché y me dormí enseguida. Al día siguiente prepararíamos una fiesta de despedida. Elena también vino, acababa de llegar de Sevilla.
Mirian: Pues hoy te haremos una fiesta.
María: ¿Y eso?
Elena: Te vas a ir y no te vamos a ver en mucho tiempo.
María: Sois geniales. Os quiero.
Nos lo pasamos muy bien. La música era preciosa, había canciones andaluzas. A media tarde decidimos ir a ver una película.
Capítulo 9: La depedida
Llegamos a la Giralda, allí habíamos quedado con Sergio. Yo llevaba un vestido de palabra de honor por encima de la rodilla, y unos zapatos de poca plataforma y algo de tacón.
Sergio: Mi niña preciosa. ¡Qué guapa estás!
María: Muchas gracias. [Me acerqué a él y le besé]
Elena: ¡Uy uy uy! Si no se han liado, van a tardar poco.
Mirian: Elena amiga, ven que he visto una tienda muy bonita.
Elena y Mirian se alejaron un poco. Me quedé a solas con Sergio.
Sergio: ¿Cuánto tiempo vas a estar en Madrid?
María: Unos dos o tres días, no más.
Sergio: De acuerdo. Te echaré muchísimo de menos.
Nos acercamos a las chicas.
Sergio: ¿Vamos a cenar?
Mirian: Vale, pero eliges tú el restaurante.
Sergio: No me parece de caballero elegir yo. Las damas son las que tienen que elegir, así que vosotras mandáis.
Elena: Bueno pues entonces que elija María.
María: No chicas. Elegís vosotras, que es nuestra última noche aquí las tres.
Mirian: De acuerdo. Pues si queréis vamos a uno que está en el Centro Comercial de esta mañana.
Elena: Vale.
Sergio: Bueno, pues vayamos a ese.
Nos fuimos al restaurante que Mirian recomendó. Cenamos y al acabar nos fuimos al hotel. Nos acompañó Sergio.
Mirian: Bueno nosotras nos subimos ya. Os dejamos que os despidáis.
Elena: Buenas noches.
Las chicas se subieron y nos quedamos a solas.
Sergio: ¿A qué hora sale mañana el tren?
María: A las 7:00h.
Sergio: Allí estaré. Que descanses princesa.
Nos dimos el beso de buenas noches y él se fue. Subí a la habitación.
María: Me voy a dormir, que sino mañana no me voy a tener en pie del sueño.
Mirian: Y yo.
Elena: Adiós chicas, que descanséis.
Elena se marchó y nosotras nos dormimos nada más meternos en la cama. Al día siguiente la alarma nos despertó prontísimo. Eran las 6:15 de la mañana.
Mirian: María, levántate. Son las 6 y cuarto de la mañana.
María: Que sueño. ¡Qué remedio!
Nos levantamos, desayunamos y nos fuimos a despedir de Elena.
María: Cielo, te voy a echar mucho de menos. Disfruta del día que te queda. Te llamaré y me conectaré siempre que pueda. Te quiero.
Mirian: Pásatelo bien.
Nos fuimos, y llegamos a la estación cuando apenas quedaban 10 minutos para salir. Sergio estaba allí esperándome.
Sergio: Buen viaje. Llámame cuando llegues. Te quiero
Nos besamos, le prometí volver pronto.
Megafonía: Pasajeros del viaje Sevilla-Madrid, vayan entrando al tren.
María: Te quiero, ya verás que rápido se pasan estos días.
Sergio: Te amo.
Mirian y yo subimos al tren y este comenzó el trayecto
Sergio: Mi niña preciosa. ¡Qué guapa estás!
María: Muchas gracias. [Me acerqué a él y le besé]
Elena: ¡Uy uy uy! Si no se han liado, van a tardar poco.
Mirian: Elena amiga, ven que he visto una tienda muy bonita.
Elena y Mirian se alejaron un poco. Me quedé a solas con Sergio.
Sergio: ¿Cuánto tiempo vas a estar en Madrid?
María: Unos dos o tres días, no más.
Sergio: De acuerdo. Te echaré muchísimo de menos.
Nos acercamos a las chicas.
Sergio: ¿Vamos a cenar?
Mirian: Vale, pero eliges tú el restaurante.
Sergio: No me parece de caballero elegir yo. Las damas son las que tienen que elegir, así que vosotras mandáis.
Elena: Bueno pues entonces que elija María.
María: No chicas. Elegís vosotras, que es nuestra última noche aquí las tres.
Mirian: De acuerdo. Pues si queréis vamos a uno que está en el Centro Comercial de esta mañana.
Elena: Vale.
Sergio: Bueno, pues vayamos a ese.
Nos fuimos al restaurante que Mirian recomendó. Cenamos y al acabar nos fuimos al hotel. Nos acompañó Sergio.
Mirian: Bueno nosotras nos subimos ya. Os dejamos que os despidáis.
Elena: Buenas noches.
Las chicas se subieron y nos quedamos a solas.
Sergio: ¿A qué hora sale mañana el tren?
María: A las 7:00h.
Sergio: Allí estaré. Que descanses princesa.
Nos dimos el beso de buenas noches y él se fue. Subí a la habitación.
María: Me voy a dormir, que sino mañana no me voy a tener en pie del sueño.
Mirian: Y yo.
Elena: Adiós chicas, que descanséis.
Elena se marchó y nosotras nos dormimos nada más meternos en la cama. Al día siguiente la alarma nos despertó prontísimo. Eran las 6:15 de la mañana.
Mirian: María, levántate. Son las 6 y cuarto de la mañana.
María: Que sueño. ¡Qué remedio!
Nos levantamos, desayunamos y nos fuimos a despedir de Elena.
María: Cielo, te voy a echar mucho de menos. Disfruta del día que te queda. Te llamaré y me conectaré siempre que pueda. Te quiero.
Mirian: Pásatelo bien.
Nos fuimos, y llegamos a la estación cuando apenas quedaban 10 minutos para salir. Sergio estaba allí esperándome.
Sergio: Buen viaje. Llámame cuando llegues. Te quiero
Nos besamos, le prometí volver pronto.
Megafonía: Pasajeros del viaje Sevilla-Madrid, vayan entrando al tren.
María: Te quiero, ya verás que rápido se pasan estos días.
Sergio: Te amo.
Mirian y yo subimos al tren y este comenzó el trayecto
domingo, 7 de agosto de 2011
Capítulo 8: El día de después.
Llegué a la recepción del hotel.
María: ¡Mirian!
Mirian: ¿Qué tal pequeña Julieta?
María: Pues muy bien, la noche ha rozado la perfección.
Elena: ¿Tiene buen...?
Mirian: Elena, por favor.
María: Os cuento luego. Me cambio, hacemos las maletas y si queréis nos vamos a comer por ahí.
Elena: De acuerdo. Me he mudado con vosotras, se suponía que mi hotel era de Cádiz, llegué allí y me dijeron que estaba aquí en Sevilla, y es este el hotel.
María: ¿Y cuando te vas?
Elena: Pues pasado mañana.
Mirian: Nosotras mañana.
María: Pero yo vuelvo.
Elena: ¿Como que vuelves?
María: Se lo he prometido a Sergio. Le he dicho que viajaré a Madrid, cogeré lo necesario y vendré a vivir con él.
Mirian: ¿Y me vas a dejar sola?
María: Por una temporada sí. Lo siento. Queremos ver que tal nos va en la convivencia.
Mirian: No pasa nada, además Elena me ha dicho de venir a vivir con nosotras a Madrid. Quiere estudiar en nuestro insti. Así que sola no estaré, y aunque lo estuviese, no me importaría. Por ti, cualquier cosa.
Elena: A esto es a lo que llamo yo amistad. Os quiero chicas.
María: Y yo a vosotras.
Subimos a la habitación a recoger todo.
Mirian: ¿Ya está confirmada vuestra relación?
María: Podría decirse que sí.
Elena: Y, ¿ha habido sexo esta noche?
María: A eso no te contesto.
Nos echamos una carcajada.
Mirian: No le hagas ni caso, ¿te lo pasaste bien? Eso es lo que vale.
María: Yo ya he terminado de recoger.
Mirian: Yo también.
Elena: Si eso me esperáis abajo, tardo poco.
Mirian y María: Vale.
Elena subió a su habitación, y Mirian y yo la estuvimos esperando en la recepción.
Mirian: ¿Hubo primera vez?
María: Sí, y mejor de lo que me esperaba.
Mirian: Me alegro que hayas encontrado a alguien que te haga olvidarte de tu pasado.
María: Gracias amiga.
Elena bajó.
Elena:Ya está, ¿vamos a dar una vuelta?
María: Genial.
Salimos del hotel.
Mirian: Al volver del partido anoche vimos unos zapatos preciosos.
Elena: Sí, estaban al lado de la boutique.
Mirian: Son estos. ¿A qué son bonitos?
María: Preciosos.
La tienda estaba cerrada, pues era domingo. Luego fuimos a un centro comercial.
Mirian: Tengo hambre, ¿comemos ya?
María: Vale.
Entramos en un restaurante del centro comercial. Estuvimos riéndonos durante toda la comida.
Elena: Entonces, ¿te la metió?
Mirian: Por favor, Elena estamos comiendo.
María: Solo te voy a decir que es mi novio.
Estuvimos comentando el partido y al terminar de comer regresamos al hotel.
María: Que calor hace.
Mirian: ¿Nos bañamos en la piscina?
Elena: Vale. Quien termine espera aquí.
Subimos a las habitaciones y vi que en mi móvil tenía dos llamadas perdidas. Una de Tomás y otra de Sergio. Llamé primero a Tomás.
María: Tomás, hola. Hemos salido y se me ha olvidado el teléfono en la habitación...Ah, vale, pues yo muy bien, ¿y tú?...Bueno ya hablaremos que nos vamos a bajar al solarium del hotel..Chao, un beso.
Mirian: ¿Has llamado a Tomás? Se habrá hecho ilusiones
María: Sí, le he llamado. Y si se hace ilusiones es su problema. Ya le dije que le quería como amigo, nada más.
Mirian: Si te ve ahora con Sergio, ¿qué piensas decirle?
María: Pues que es mi pareja, no le voy a mentir. Voy a llamarle. [Llamando a Sergio] Mi niño...y yo también...ahora bajaremos a tomar un poco el sol y a darnos un bañito...De acuerdo, cuando ya nos subamos te llamo. Te quiero.
Mirian: ¿Bajamos?
María: Vamos.
Nos estaba esperando Elena y nos acercamos a la zona de la piscina. Dejamos la ropa y las toallas en una hamaca.
María: Que bonita, cuántas palmeras tiene.
Mirian: Pues la verdad que me he quedado sin palabras. [Me guiñó el ojo, porque Elena estaba al borde de la piscina y la empujamos]
Elena: Putas. [Y empezó a salpicarnos]
Nosotras nos tiramos a la piscina y estuvimos en una especie de jacuzzi en un lateral. Al cabo de un rato, cuando el Sol despareció subimos a las habitaciones a cambiarnos. Por la noche quedamos con Sergio para ir a cenar. Las chicas también vendrían. Cuando terminamos de vestirnos le llamé para ver dónde estaba.
María: Sergio, cariño. Nosotras ya estamos preparadas. ¿Dónde estás?..Vale, ahora vamos allí. Te amo.
María: ¡Mirian!
Mirian: ¿Qué tal pequeña Julieta?
María: Pues muy bien, la noche ha rozado la perfección.
Elena: ¿Tiene buen...?
Mirian: Elena, por favor.
María: Os cuento luego. Me cambio, hacemos las maletas y si queréis nos vamos a comer por ahí.
Elena: De acuerdo. Me he mudado con vosotras, se suponía que mi hotel era de Cádiz, llegué allí y me dijeron que estaba aquí en Sevilla, y es este el hotel.
María: ¿Y cuando te vas?
Elena: Pues pasado mañana.
Mirian: Nosotras mañana.
María: Pero yo vuelvo.
Elena: ¿Como que vuelves?
María: Se lo he prometido a Sergio. Le he dicho que viajaré a Madrid, cogeré lo necesario y vendré a vivir con él.
Mirian: ¿Y me vas a dejar sola?
María: Por una temporada sí. Lo siento. Queremos ver que tal nos va en la convivencia.
Mirian: No pasa nada, además Elena me ha dicho de venir a vivir con nosotras a Madrid. Quiere estudiar en nuestro insti. Así que sola no estaré, y aunque lo estuviese, no me importaría. Por ti, cualquier cosa.
Elena: A esto es a lo que llamo yo amistad. Os quiero chicas.
María: Y yo a vosotras.
Subimos a la habitación a recoger todo.
Mirian: ¿Ya está confirmada vuestra relación?
María: Podría decirse que sí.
Elena: Y, ¿ha habido sexo esta noche?
María: A eso no te contesto.
Nos echamos una carcajada.
Mirian: No le hagas ni caso, ¿te lo pasaste bien? Eso es lo que vale.
María: Yo ya he terminado de recoger.
Mirian: Yo también.
Elena: Si eso me esperáis abajo, tardo poco.
Mirian y María: Vale.
Elena subió a su habitación, y Mirian y yo la estuvimos esperando en la recepción.
Mirian: ¿Hubo primera vez?
María: Sí, y mejor de lo que me esperaba.
Mirian: Me alegro que hayas encontrado a alguien que te haga olvidarte de tu pasado.
María: Gracias amiga.
Elena bajó.
Elena:Ya está, ¿vamos a dar una vuelta?
María: Genial.
Salimos del hotel.
Mirian: Al volver del partido anoche vimos unos zapatos preciosos.
Elena: Sí, estaban al lado de la boutique.
Mirian: Son estos. ¿A qué son bonitos?
María: Preciosos.
La tienda estaba cerrada, pues era domingo. Luego fuimos a un centro comercial.
Mirian: Tengo hambre, ¿comemos ya?
María: Vale.
Entramos en un restaurante del centro comercial. Estuvimos riéndonos durante toda la comida.
Elena: Entonces, ¿te la metió?
Mirian: Por favor, Elena estamos comiendo.
María: Solo te voy a decir que es mi novio.
Estuvimos comentando el partido y al terminar de comer regresamos al hotel.
María: Que calor hace.
Mirian: ¿Nos bañamos en la piscina?
Elena: Vale. Quien termine espera aquí.
Subimos a las habitaciones y vi que en mi móvil tenía dos llamadas perdidas. Una de Tomás y otra de Sergio. Llamé primero a Tomás.
María: Tomás, hola. Hemos salido y se me ha olvidado el teléfono en la habitación...Ah, vale, pues yo muy bien, ¿y tú?...Bueno ya hablaremos que nos vamos a bajar al solarium del hotel..Chao, un beso.
Mirian: ¿Has llamado a Tomás? Se habrá hecho ilusiones
María: Sí, le he llamado. Y si se hace ilusiones es su problema. Ya le dije que le quería como amigo, nada más.
Mirian: Si te ve ahora con Sergio, ¿qué piensas decirle?
María: Pues que es mi pareja, no le voy a mentir. Voy a llamarle. [Llamando a Sergio] Mi niño...y yo también...ahora bajaremos a tomar un poco el sol y a darnos un bañito...De acuerdo, cuando ya nos subamos te llamo. Te quiero.
Mirian: ¿Bajamos?
María: Vamos.
Nos estaba esperando Elena y nos acercamos a la zona de la piscina. Dejamos la ropa y las toallas en una hamaca.
María: Que bonita, cuántas palmeras tiene.
Mirian: Pues la verdad que me he quedado sin palabras. [Me guiñó el ojo, porque Elena estaba al borde de la piscina y la empujamos]
Elena: Putas. [Y empezó a salpicarnos]
Nosotras nos tiramos a la piscina y estuvimos en una especie de jacuzzi en un lateral. Al cabo de un rato, cuando el Sol despareció subimos a las habitaciones a cambiarnos. Por la noche quedamos con Sergio para ir a cenar. Las chicas también vendrían. Cuando terminamos de vestirnos le llamé para ver dónde estaba.
María: Sergio, cariño. Nosotras ya estamos preparadas. ¿Dónde estás?..Vale, ahora vamos allí. Te amo.
Capítulo 7: Noche de olvido
María: Tengo que avisar a mi amiga de que hoy no voy al hotel a dormir.
Sergio: Me parece bien.
María: [Llamando] Mirian,...sí, oye, no me esperéis para dormir, me quedo con Sergio en su apartamento. Mañana os llamo. Un beso.
Sergio: Me alegra mucho haber conocido a alguien como tú.
María: Gracias. El apartamento es muy acogedor y muy bonito.
Sergio: ¿Quieres ducharte?
María: Estaría bien, pero mi ropa está en el hotel.
Sergio: No te preocupes, te puedo dejar alguna camiseta mía.
María: Vale, muchas gracias.
Me indicó dónde estaba el baño. Me duché y salí del cuarto de baño con una toalla que me llegaba por encima de la rodilla.
Sergio: Que sexy estás. Ahora te saco unos boxers míos y una camiseta.
María: Muchas gracias.
Sergio se fue a su habitación y no tardó ni dos minutos en sacarme lo prometido.
Sergio: Ten preciosa. Es un poco grande, pero te quedará genial como camisón.
Me fui a cambiar, y al salir, Sergio estaba viendo la tele.
María: ¿Qué partido es ese?
Sergio: El Real Madrid-Athletic, va ganando el Real Madrid 2-0
María: ¡Toma!
Sergio: ¿Eres madridista?
María: Sí. Nací en Madrid, me crié en La Rioja, y ahora he vuelto a Madrid ha terminar el instituto con una amiga.
Sergio: Madrid es una ciudad que me encanta.
María: Es la capital, tiene que ser bonita.
Sergio: Ahí te doy toda la razón, mi niña.
Me besó, me subí encima suya. Nos fuimos a la habitación. Me quitó suavemente la camiseta, él su polo. Nos acostamos. Al día siguiente desperté abrazada a él.
María: Sergio, ¿sabes una cosa?
Sergio: Dime mi amor.
María: Gracias a ti, mi corazón ha vuelto a unirse, y tú me lo has robado. Antes estaba echo pedazos. Te amo.
Sergio: Me alegro que seas feliz. Te quiero mucho.
María: Voy a vestirme y a llamar a mi amiga.
Me puse la camiseta, cogí el teléfono móvil y llamé a Mirian.
María: Cielo, ¿qué tal?...Nosotros muy bien. Es un encanto, me ha echo olvidarme de todo. Me he sentido una princesa. Le amo... Vale, ya voy para allí. Hasta ahora.
Sergio: ¿Te vas ya?
María: Sí. Tengo que hacer la maleta. El tren sale mañana temprano.
Sergio: No quiero que te vayas.
María: Ni yo dejar de verte.
Sergio: Quiero que vivas aquí, conmigo. Sé que tienes 16 años, y yo 17, que aún somos menores. Pero como vives con tu amiga, sé que podremos vivir tú y yo. Quédate, por favor.
María: Te prometo algo. Mañana viajaré a Madrid. Pero pronto volveré para estar contigo. Cogeré ropa y lo que necesite, ¿te parece bien?
Sergio: Me parece genial. Mañana estaré en la estación para despedirme.
María: Te quiero. (Me acerqué y le besé) Me voy con Mirian a recoger lo que necesite.
Sergio: Luego te llamo.
sábado, 6 de agosto de 2011
Capítulo 6: El post-partido
Todos los jugadores se dirigían al túnel de vestuarios, aunque alguno se quedó para que fuese entrevistado, entre ellos, Sergio Ramos. Nosotras estábamos esperando a Elena. Al finalizar la entrevista a Sergio, se acercó a dónde nosotras nos situábamos.
Mirian: Mírale, que majo. Seguramente vendrá a decirnos algo por ser del Betis, ya verás.
María: No creo que tenga tan mal fondo el chaval.
Sergio: Chicas, veo que sois del Betis.
Mirian: ¿Tienes algún problema?
María: Mirian, déjale.
Sergio: El gol, te lo he dedicado a ti. He visto que llevabais la bufanda del Betis, y de ahí la B que he hecho.[Me señaló] Cuando he salido del túnel y te he visto, me he quedado hipnotizado.
María: Muchas gracias.
A esto que vino Elena.
Elena: Hola chicas.
Sergio: Siento molestaros.
Mirian: No pasa nada, María ahora vengo.
Mirian se fue, y nos quedamos solos Sergio y yo.
Sergio: ¿Te llamas María?
María: Sí, no te gusta, ¿verdad?
Sergio: No me gusta, me encanta.
María: Bueno, casi se me olvida. Enhorabuena por el partido que has hecho. Has debutado genial.
Sergio: Porque tú estabas viéndome. Por cierto, quiero regalarte mi camiseta. Es muy importante para mí, pues con ella he debutado en primera división, y sé que contigo va a estar muy bien cuidada.
María: Muchas gracias.
Vinieron Elena y Mirian.
Sergio: Te invito a que vengas a cenar conmigo, ¿quieres?
María: La verdad es que....
Mirian: Le encantaría.
Sergio: Genial, te recojo de acá a media hora a la salida del estadio. Adios
María: Hasta ahora.
Sergio bajó la escalera y se esfumó por el túnel de vestuarios.
María: Mirian, ¿por qué le has dicho que sí?
Mirian: Sé que a ti te gusta el chaval, y puede venirte muy bien para olvidarte de él. Hazme caso, te lo pasarás genial.
Elena: Sí, y si tiene que surgir algo, ya surgirá. No te preocupes, piensa un poquito en ti.
María: Gracias chicas. Os quiero.
Y nos fundimos en un abrazo las tres.
Mirian: Además hoy estás espectacular.
Elena: Le has vuelto loco.
María: ¿Eso creéis? Bueno, vamos a ir saliendo de aquí, que la mayoría de la gente se ha ido ya.
Mirian: Mucha suerte cariño.
María: Gracias. Voy a ir yendo a la salida del estadio, allí me espera. Os mantendré informadas.
Elena: No hace falta, tú disfruta.
María: Gracias. Adios.
Mirian y Elena se fueron, y Sergio no tardó en salir. Llevaba una polo muy bonito y unos vaqueros bastante elegantes. Además, se había lavado el pelo, y su melena mediana le sentaba muy bien.
Sergio: Hola preciosa.
María: Que guapo eres.
Sergio: Más que tú imposible. ¿Vamos?
María: Vale.
Sergio: Me tienes que perdonar, pero aún no tengo carnet de coche, soy menor. A cambio tengo un quad. Aunque para una princesa como tú no es lo más adecuado.
María: ¿Un quad? Me encantan. Tampoco tengo tanta clase como para no montarme.
Sergio: Ponte el casco que no quiero que te pase nada.
Me llevó a un mesón muy romántico.
Sergio: ¿Sabes? Yo soy de Camas, un pueblo de esta provincia. Mis padres viven allí, pero yo tengo que estar aquí en un apartamento, viviendo solo. A veces se está bien solo, otras necesitas a alguien a tu lado. No puedo irme por los entrenamientos, aunque siempre que puedo me escapo.
María: ¡Vaya!
Sergio: Sin embargo, quiero que tú seas quien me haga compañía.
María: ¿De verdad?
Sergio se acercó y sus preciosos labios rozaron los míos.
Sergio: ¿Te vienes esta noche conmigo?
María: De acuerdo.
Salimos del mesón y nos fuimos a su apartamento.
Mirian: Mírale, que majo. Seguramente vendrá a decirnos algo por ser del Betis, ya verás.
María: No creo que tenga tan mal fondo el chaval.
Sergio: Chicas, veo que sois del Betis.
Mirian: ¿Tienes algún problema?
María: Mirian, déjale.
Sergio: El gol, te lo he dedicado a ti. He visto que llevabais la bufanda del Betis, y de ahí la B que he hecho.[Me señaló] Cuando he salido del túnel y te he visto, me he quedado hipnotizado.
María: Muchas gracias.
A esto que vino Elena.
Elena: Hola chicas.
Sergio: Siento molestaros.
Mirian: No pasa nada, María ahora vengo.
Mirian se fue, y nos quedamos solos Sergio y yo.
Sergio: ¿Te llamas María?
María: Sí, no te gusta, ¿verdad?
Sergio: No me gusta, me encanta.
María: Bueno, casi se me olvida. Enhorabuena por el partido que has hecho. Has debutado genial.
Sergio: Porque tú estabas viéndome. Por cierto, quiero regalarte mi camiseta. Es muy importante para mí, pues con ella he debutado en primera división, y sé que contigo va a estar muy bien cuidada.
María: Muchas gracias.
Vinieron Elena y Mirian.
Sergio: Te invito a que vengas a cenar conmigo, ¿quieres?
María: La verdad es que....
Mirian: Le encantaría.
Sergio: Genial, te recojo de acá a media hora a la salida del estadio. Adios
María: Hasta ahora.
Sergio bajó la escalera y se esfumó por el túnel de vestuarios.
María: Mirian, ¿por qué le has dicho que sí?
Mirian: Sé que a ti te gusta el chaval, y puede venirte muy bien para olvidarte de él. Hazme caso, te lo pasarás genial.
Elena: Sí, y si tiene que surgir algo, ya surgirá. No te preocupes, piensa un poquito en ti.
María: Gracias chicas. Os quiero.
Y nos fundimos en un abrazo las tres.
Mirian: Además hoy estás espectacular.
Elena: Le has vuelto loco.
María: ¿Eso creéis? Bueno, vamos a ir saliendo de aquí, que la mayoría de la gente se ha ido ya.
Mirian: Mucha suerte cariño.
María: Gracias. Voy a ir yendo a la salida del estadio, allí me espera. Os mantendré informadas.
Elena: No hace falta, tú disfruta.
María: Gracias. Adios.
Mirian y Elena se fueron, y Sergio no tardó en salir. Llevaba una polo muy bonito y unos vaqueros bastante elegantes. Además, se había lavado el pelo, y su melena mediana le sentaba muy bien.
Sergio: Hola preciosa.
María: Que guapo eres.
Sergio: Más que tú imposible. ¿Vamos?
María: Vale.
Sergio: Me tienes que perdonar, pero aún no tengo carnet de coche, soy menor. A cambio tengo un quad. Aunque para una princesa como tú no es lo más adecuado.
María: ¿Un quad? Me encantan. Tampoco tengo tanta clase como para no montarme.
Sergio: Ponte el casco que no quiero que te pase nada.
Me llevó a un mesón muy romántico.
Sergio: ¿Sabes? Yo soy de Camas, un pueblo de esta provincia. Mis padres viven allí, pero yo tengo que estar aquí en un apartamento, viviendo solo. A veces se está bien solo, otras necesitas a alguien a tu lado. No puedo irme por los entrenamientos, aunque siempre que puedo me escapo.
María: ¡Vaya!
Sergio: Sin embargo, quiero que tú seas quien me haga compañía.
María: ¿De verdad?
Sergio se acercó y sus preciosos labios rozaron los míos.
Sergio: ¿Te vienes esta noche conmigo?
María: De acuerdo.
Salimos del mesón y nos fuimos a su apartamento.
Capítulo 5: El derbi
Mirian: María vístete, que son las 18:15, de acá a tres cuartos de hora empieza el partido. Tenemos que arreglarnos, y ponernos bien guapas.
María: Me falta el calzado, retocarme un poco y peinarme.
Mirian: Por un día voy yo más lenta.
María: Algún día tenía que ser el primero.
Mirian: Y sonríe, que hoy estás guapísima, y no puedes apagarte por un sinvergüenza que te utilizó.
María: Nunca pensé que podía ser así.
Mirian: Ahora estás más lejos aún de él. Estás en la tierra que a ti te gusta, hazlo aunque sea por mí. Olvídale de una vez, por favor.
María: Si tú me lo pides, así de guapa, tus deseos son órdenes.
Mirian: Así me gusta.
María: Cuando quieras nos vamos, queda poco.
Mirian: Estoy muy nerviosa. Que gane mi Betis es complicado.
María: Pero nada es imposible.
Mirian: Pues allá vamos.
Fuimos andando pues el estadio estaba cerca. Al llegar allí, había muchísima gente, entremezclada unos con otros, unos sevillistas, otros béticos. Mirian y yo llevábamos una bufanda del Betis anudada al cuello. Nos tocó cerca de los banquillos, por eso las entradas fueron tan baratas.
Mirian: María, que esto ya empieza, van a salir los jugadores. Lo malo que por este túnel saldrán los del Sevilla.
María: No pongas pegas, disfruta del partido.
Megafonía: Con el Sevilla debuta un chaval que acaba de subir al primer equipo. Con el dorsal 32 el de Camas no va a dejar pasar ni un balón. Sergio Ramos.
Mirian: Vaya. Ya sale el chaval. ¡Qué jóven! Será como nosotras
María: Sí. (Es monísimo)
Al salir, aplaudió a la afición, y como la mayoría estaba cerca de nosotras noté cómo su mirada venía hacia aquí. Pero a mí seguro que no me había visto entre tanta multitud.
X: Chicas!
María y Mirian: Elena!!
Elena: ¿Ya vosotras que hacéis aquí? Pensé que iríais de compras.
María: Ya sabes que a mí el fútbol me gusta bastante.
Mirian: Y a mí el Betis.
Elena: Bueno, me voy que me quitan el sitio. Luego cuando termine bajo y si eso nos vamos por ahí de fiesta.
María: Vale.
El partido empezó poco después de que Elena se fuese.
Mirian: Vamos mi Betis, marca un golito, por favor, y cállale la boca al debutante, que nosotros valemos mucho más que el Sevilla. Que también somos de la capital Andaluza, leche.
María: Mirian relax, que ahora pareces tú más futbolera que yo. Tranquila que seguro que marcan.
Megafonía: Sergio Ramos corta el ataque del Betis, y sale a la contra. Este chaval tiene un futurazo. Vamos Sergio, haz que ganemos el partido gracias a un gol tuyo. Vamos Sergio, tú puedes.
María: Este chico nos la va a líar. Ya verás.
Mirian: Pues como nos marque,...
María: Es su trabajo.
Megafonía: Sergio Ramos ha forzado un córner, pedazo debut del camero. Centra Jesuli, cabezazo de Ramos y goooooool.
Mirian: Me cago en él.
María: Bueno ahora remontaremos.
Mirian: Eso espero.
Sergio Ramos se acercó dónde estábamos y con sus manos hizo una especie de "B". No sabíamos que significaba. El partido continuó.
María: Cariño relájate. Ya verás. Confía en mí aunque sea sólo una vez en la vida. Remontaremos. Te lo prometo.
Mirian: Pff, no sé.
Megafonía: El Betis ataca de nuevo. El jugador del Betis se encara al portero, remata y gooooool del Betis. Esteban no ha podido parar ese remate con la fuerza con la que iba. A 5 minutos del final del partido el Betis empata.
María: Te lo dije.
Mirian: Me conformo con el empate.
María: Y yo.
Megafonía: El árbitro añade un minuto. Vamos Sevilla remonta.
Mirian: Y una mierda va a remontar. Mucho Betis.
María: Mirian cállate que no vamos a salir vivas de aquí.
Megafonía: El partido ha terminado, empate reñido por ambas partes, y gran debut de Sergio Ramos. Sevilla 1-1 Betis. Hasta el próximo encuentro.
María: Me falta el calzado, retocarme un poco y peinarme.
Mirian: Por un día voy yo más lenta.
María: Algún día tenía que ser el primero.
Mirian: Y sonríe, que hoy estás guapísima, y no puedes apagarte por un sinvergüenza que te utilizó.
María: Nunca pensé que podía ser así.
Mirian: Ahora estás más lejos aún de él. Estás en la tierra que a ti te gusta, hazlo aunque sea por mí. Olvídale de una vez, por favor.
María: Si tú me lo pides, así de guapa, tus deseos son órdenes.
Mirian: Así me gusta.
María: Cuando quieras nos vamos, queda poco.
Mirian: Estoy muy nerviosa. Que gane mi Betis es complicado.
María: Pero nada es imposible.
Mirian: Pues allá vamos.
Fuimos andando pues el estadio estaba cerca. Al llegar allí, había muchísima gente, entremezclada unos con otros, unos sevillistas, otros béticos. Mirian y yo llevábamos una bufanda del Betis anudada al cuello. Nos tocó cerca de los banquillos, por eso las entradas fueron tan baratas.
Mirian: María, que esto ya empieza, van a salir los jugadores. Lo malo que por este túnel saldrán los del Sevilla.
María: No pongas pegas, disfruta del partido.
Megafonía: Con el Sevilla debuta un chaval que acaba de subir al primer equipo. Con el dorsal 32 el de Camas no va a dejar pasar ni un balón. Sergio Ramos.
Mirian: Vaya. Ya sale el chaval. ¡Qué jóven! Será como nosotras
María: Sí. (Es monísimo)
Al salir, aplaudió a la afición, y como la mayoría estaba cerca de nosotras noté cómo su mirada venía hacia aquí. Pero a mí seguro que no me había visto entre tanta multitud.
X: Chicas!
María y Mirian: Elena!!
Elena: ¿Ya vosotras que hacéis aquí? Pensé que iríais de compras.
María: Ya sabes que a mí el fútbol me gusta bastante.
Mirian: Y a mí el Betis.
Elena: Bueno, me voy que me quitan el sitio. Luego cuando termine bajo y si eso nos vamos por ahí de fiesta.
María: Vale.
El partido empezó poco después de que Elena se fuese.
Mirian: Vamos mi Betis, marca un golito, por favor, y cállale la boca al debutante, que nosotros valemos mucho más que el Sevilla. Que también somos de la capital Andaluza, leche.
María: Mirian relax, que ahora pareces tú más futbolera que yo. Tranquila que seguro que marcan.
Megafonía: Sergio Ramos corta el ataque del Betis, y sale a la contra. Este chaval tiene un futurazo. Vamos Sergio, haz que ganemos el partido gracias a un gol tuyo. Vamos Sergio, tú puedes.
María: Este chico nos la va a líar. Ya verás.
Mirian: Pues como nos marque,...
María: Es su trabajo.
Megafonía: Sergio Ramos ha forzado un córner, pedazo debut del camero. Centra Jesuli, cabezazo de Ramos y goooooool.
Mirian: Me cago en él.
María: Bueno ahora remontaremos.
Mirian: Eso espero.
Sergio Ramos se acercó dónde estábamos y con sus manos hizo una especie de "B". No sabíamos que significaba. El partido continuó.
María: Cariño relájate. Ya verás. Confía en mí aunque sea sólo una vez en la vida. Remontaremos. Te lo prometo.
Mirian: Pff, no sé.
Megafonía: El Betis ataca de nuevo. El jugador del Betis se encara al portero, remata y gooooool del Betis. Esteban no ha podido parar ese remate con la fuerza con la que iba. A 5 minutos del final del partido el Betis empata.
María: Te lo dije.
Mirian: Me conformo con el empate.
María: Y yo.
Megafonía: El árbitro añade un minuto. Vamos Sevilla remonta.
Mirian: Y una mierda va a remontar. Mucho Betis.
María: Mirian cállate que no vamos a salir vivas de aquí.
Megafonía: El partido ha terminado, empate reñido por ambas partes, y gran debut de Sergio Ramos. Sevilla 1-1 Betis. Hasta el próximo encuentro.
Capítulo 4: Antes del partido.
Despertador: Ring, ring, rong rong, ring, rong,...(8)
María: Mirian despierta, son las 12 de la mañana. Mirian [Gritando] despiértate guapa.
Mirian: Umm, ¿qué hora es? ¿Por qué me despiertas tan temprano? Que sueño.
María: ¿Temprano? Son las 12 de la mañana.
Mirian: Sí, pero tu teléfono ha empezado a sonar desde las 9, ponía Tomás. ¿Quién es?
María: El de anoche. ¿A las 9? Si nos despedimos a las 6:45.
Mirian: Pues ya ves, no puede estar sin ti ni 2 horas y media. Está enamorado.
María: Calla, que seguramente se habrá equivocado.
Mirian: Si tú lo dices... Bueno, voy a vestirme. Que ahora ya no puedo seguir durmiendo.
María: En fin... Yo también voy a vestirme.
Cuando terminamos de vestirnos nos fuimos y bajamos a la recepción del hotel.
María: Quede ayer con Tomás aquí a la 13:30. Estará al llegar.
Mirian: Ahora entiendo tus prisas. Jajajajajaj
María: Mirian, calla anda.
Tomás: Hola preciosidades. ¿Ella es tu amiga?
Mirian: Sí. Encantada.
María: ¿Qué tal?
Tomás: La verdad que no he pegado ojo en toda la noche, pensando en tus bonitos ojos marrones verdosos. Son preciosos.
Mirian: Os dejo solos chicos, ahora vengo. María, ya sabes.
María: Vale, no tardes.
Tomás: ¿Te incomodo?
María: Para nada, lo que pasa es que, como te dije ayer, hasta hace poco estaba con un chico del pueblo donde yo vivía, pero me contaron que le había pillado líado con su ex. Y le dejé.
Tomás: ¿Le dejaste por lo que te dijeron?
María: No solo por las palabras, sino por las pruebas. Pasé de sufrir, pero lo que no sabía es que ahora sufro mucho más.
Tomás: Que sepas que yo aquí estaré para lo que necesites, ¿de acuerdo? Bueno, se me está haciendo tarde. Luego te llamo. Te quiero
María: Adios.
Tomás se fue, y a los segundos Mirian apareció.
Mirian: ¿Vamos?
María: Vamos.
Mirian: Y tú, ¿hoy con quién vas en el partido?
María: Pues, sin dudar con el Betis, mis tíos eran de ese equipo y hoy tengo que animarle como si fuesen ellos.
Mirian: Muy bien. Si es que somos almas gemelas. Te quiero mi niña.
María: Y yo a ti, mi torbellina.
Mirian: Mira, que camisetas más chulas. Vamos a entrar.
María: Me encantan, me encantan, me encantan. Vamos a probarnos todo lo que veamos, como en los viejos tiempos.
Mirian: Sí. Que se preparen las de las tiendas. ¿Por cierto, le has dicho al chico este lo que te dije que le dijeses?
María: No, no he tenido valor. Pero olvídalo, pensemos en la ropa.
Mirian: Como quieras.
Terminamos de comprar y fuimos a comer. Estábamos agotadas de recorrernos todas las calles sevillanas. Después de comer regresamos al hotel, nos duchamos y estuvimos descansando hasta antes del partido.
viernes, 5 de agosto de 2011
Capítulo 3: El hotel hispalense
Al bajar del tren vimos que iba a empezar la liga española de fútbol y se iba jugar un Sevilla-Betis al día siguiente en el Sánchez Pijuán.
María: Mirian, mira, va a haber un derbi hispalense. ¿Nos apuntamos?
Mirian: Si quedan entradas por mí genial.
María: Sí. Me encantas.
Mirian: Cuando terminemos de deshacer las maletas, ¿nos vamos por ahí?
María: Vale. Y después de comer, nos vamos de compras.
Fuimos al hotel deprisa y deshicimos el equipaje, nos cambiamos y nos fuimos por el centro de Sevilla.
Mirian: Woala que bonita...
María: Es la Giralda. ¿Ahora entiendes por qué Andalucía para mí es mágica?
Mirian: Pues sí.
María: Pero esto no es nada. ¿Quieres que veamos La Torre Del Oro?
Mirian: De acuerdo.
Se nos hizo tarde y fuimos a comer a un McDonal´s cerca de dónde estábamos. Luego fuimos de compras. A las horas estábamos bastante cansadas. Nos fuimos al hotel. En la recepción de este vimos que en un cartel ponía:
"Tengo entradas para el derbi del sábado, interesados en las entradas, pregunten por Cristian en la recepción del hotel"
Al verlo, Mirian fue corriendo a la recepción.
Mirian: Hola, ¿está Cristian?
X: Buenas tardes, ¿es por las entradas?
María: Así es.
X: Ahora viene.
Cristian: Hola chicas.
María: Hola, ¿quedan entradas para el Sevilla-Betis?
Cristian: Quedan tres.
Mirian: Genial, y ¿cuánto valen?
Cristian: Diez euros la entrada.
María: Que baratas. Danos dos.
Saque de la cartera los 20€
Mirian: Muchas gracias.
Cristian: De nada, hasta luego.
Subimos a la habitación. Estábamos contentas, pues las entradas habían sido baratas. A eso de las 22:30, que ya habíamos cenado mi amiga me propuso salir por ahí
Mirian: ¿Salimos de fiesta para celebrar que estamos en la ciudad más bonita de España?
María: De acuerdo.Voy a cambiarme.
Mirian: Vale.
A los 15 minutos salí con el vestido violeta que me compré aquella tarde, y esos taconazos que me fueron irresistibles en la zapatería de al lado.
María: Ya estoy.
Mirian: Estas espectacular.
María: Y tú. Hoy seguro que alguno cae.
Mi amiga llevaba uno estampado y unas cuñas preciosas.
Mirian: Bueno, ¿nos vamos?
María: Vámonos
Mirian: Eso de ahí es una discoteca, ¿no?
María: Parece que sí. ¿Entramos?
Mirian: Vale, pero esta vez pago yo las entradas.
María: Como quieras.
La discoteca pertenecía al hotel donde nos alojamos aquellos días.
Mirian: Aquí hay muchos chicos, y bastante guapos, ¿eh?
María: Pues sí, pero podrían bajar la música un poco.
Mirian: Mira ese que se acerca. mm es guapísimo.
María: Ve y habla con él. Ya verás que abiertos son. Yo me quedo aquí terminándome la copa.
Mirian: De acuerdo. Pero de todas formas, ya veras que pronto vuelvo.
María: No te preocupes por mí, ve y disfruta.
Mirian: [Desapareciendo entre la multitud] Vale, igualmente.
X: Hola preciosa.
María: Hola. ¿Quién eres?
X: Me llamo Tomás. ¿Y tú?
María: Yo, María.
Tomás: ¿Bailamos?
María: Bien, vamos.
Estuvimos bailando, riendo y hablando, hasta que vino Mirian.
Mirian: María, ¿nos vamos ya?
María: Como quieras. Ve yendo si quieres a la habtación, ahora voy yo.
Mirian: Bien, hasta ahora.
María: Adios. / [Hablando con Tomás] Bueno, pues ya sabes mi teléfono. Espero tu llamada.
Tomás: Adiós princesa. Eres lo más bonito que jamás he visto. Te quiero preciosa.
Intentó darme un beso, pero yo me aparté.
María: Recuerda, sólo amigos.
Me fui de la discoteca, porque estaba bastante cansada de todo el viaje.
Mirian: ¿Has ligado?
María: He pasado. Se me ha acercado un chico, y me ha intentado besar, pero es que aún le tengo en mi mente.
Mirian: Por Dios, María, inténtalo por lo que más quieras. ¿Tienes su nº de teléfono?
María: No, pero él el mío sí, y hemos quedado en que me llamaría, y si eso quedar a tomar algo, pero como amigos, se lo he dejado bien claro.
Mirian: Tu sabrás lo que haces, pero él no está sufriendo por lo que ha pasado. Él tal vez no te haya olvidado, pero tampoco creo que esté mal.
María: No sé. Bueno, mañana ya hablaremos de esto. Que ahora tengo mucho sueño. Hasta mañana. Que descanses.
Mirian: Adios.
María: Mirian, mira, va a haber un derbi hispalense. ¿Nos apuntamos?
Mirian: Si quedan entradas por mí genial.
María: Sí. Me encantas.
Mirian: Cuando terminemos de deshacer las maletas, ¿nos vamos por ahí?
María: Vale. Y después de comer, nos vamos de compras.
Fuimos al hotel deprisa y deshicimos el equipaje, nos cambiamos y nos fuimos por el centro de Sevilla.
Mirian: Woala que bonita...
María: Es la Giralda. ¿Ahora entiendes por qué Andalucía para mí es mágica?
Mirian: Pues sí.
María: Pero esto no es nada. ¿Quieres que veamos La Torre Del Oro?
Mirian: De acuerdo.
Se nos hizo tarde y fuimos a comer a un McDonal´s cerca de dónde estábamos. Luego fuimos de compras. A las horas estábamos bastante cansadas. Nos fuimos al hotel. En la recepción de este vimos que en un cartel ponía:
"Tengo entradas para el derbi del sábado, interesados en las entradas, pregunten por Cristian en la recepción del hotel"
Al verlo, Mirian fue corriendo a la recepción.
Mirian: Hola, ¿está Cristian?
X: Buenas tardes, ¿es por las entradas?
María: Así es.
X: Ahora viene.
Cristian: Hola chicas.
María: Hola, ¿quedan entradas para el Sevilla-Betis?
Cristian: Quedan tres.
Mirian: Genial, y ¿cuánto valen?
Cristian: Diez euros la entrada.
María: Que baratas. Danos dos.
Saque de la cartera los 20€
Mirian: Muchas gracias.
Cristian: De nada, hasta luego.
Subimos a la habitación. Estábamos contentas, pues las entradas habían sido baratas. A eso de las 22:30, que ya habíamos cenado mi amiga me propuso salir por ahí
Mirian: ¿Salimos de fiesta para celebrar que estamos en la ciudad más bonita de España?
María: De acuerdo.Voy a cambiarme.
Mirian: Vale.
A los 15 minutos salí con el vestido violeta que me compré aquella tarde, y esos taconazos que me fueron irresistibles en la zapatería de al lado.
María: Ya estoy.
Mirian: Estas espectacular.
María: Y tú. Hoy seguro que alguno cae.
Mi amiga llevaba uno estampado y unas cuñas preciosas.
Mirian: Bueno, ¿nos vamos?
María: Vámonos
Mirian: Eso de ahí es una discoteca, ¿no?
María: Parece que sí. ¿Entramos?
Mirian: Vale, pero esta vez pago yo las entradas.
María: Como quieras.
La discoteca pertenecía al hotel donde nos alojamos aquellos días.
Mirian: Aquí hay muchos chicos, y bastante guapos, ¿eh?
María: Pues sí, pero podrían bajar la música un poco.
Mirian: Mira ese que se acerca. mm es guapísimo.
María: Ve y habla con él. Ya verás que abiertos son. Yo me quedo aquí terminándome la copa.
Mirian: De acuerdo. Pero de todas formas, ya veras que pronto vuelvo.
María: No te preocupes por mí, ve y disfruta.
Mirian: [Desapareciendo entre la multitud] Vale, igualmente.
X: Hola preciosa.
María: Hola. ¿Quién eres?
X: Me llamo Tomás. ¿Y tú?
María: Yo, María.
Tomás: ¿Bailamos?
María: Bien, vamos.
Estuvimos bailando, riendo y hablando, hasta que vino Mirian.
Mirian: María, ¿nos vamos ya?
María: Como quieras. Ve yendo si quieres a la habtación, ahora voy yo.
Mirian: Bien, hasta ahora.
María: Adios. / [Hablando con Tomás] Bueno, pues ya sabes mi teléfono. Espero tu llamada.
Tomás: Adiós princesa. Eres lo más bonito que jamás he visto. Te quiero preciosa.
Intentó darme un beso, pero yo me aparté.
María: Recuerda, sólo amigos.
Me fui de la discoteca, porque estaba bastante cansada de todo el viaje.
Mirian: ¿Has ligado?
María: He pasado. Se me ha acercado un chico, y me ha intentado besar, pero es que aún le tengo en mi mente.
Mirian: Por Dios, María, inténtalo por lo que más quieras. ¿Tienes su nº de teléfono?
María: No, pero él el mío sí, y hemos quedado en que me llamaría, y si eso quedar a tomar algo, pero como amigos, se lo he dejado bien claro.
Mirian: Tu sabrás lo que haces, pero él no está sufriendo por lo que ha pasado. Él tal vez no te haya olvidado, pero tampoco creo que esté mal.
María: No sé. Bueno, mañana ya hablaremos de esto. Que ahora tengo mucho sueño. Hasta mañana. Que descanses.
Mirian: Adios.
Capítulo 2: Viaje a Sevilla, Un reencuentro inesperado.
Volvimos de compras, y tuvimos que meter más conjuntos en la maleta. Estábamos cansadísimas y decidimos dormir. Al día siguiente viajaríamos a Sevilla y el tren salía temprano.
Nos despertamos a las 5:00 de la mañana, el tren salía a las 7:00 y teníamos que ducharnos, vestirnos y desayunar.
Mirian: María, que sueño, ¿no?
María: Muchísimo, pero que se le va a hacer. En el tren nos dormimos.
Mirian: ¿Tú crees? Si vas con el portátil mucho no vas a descansar.
María: Va en la maleta, no lo cogeré.
Nos duchamos, vestimos y desayunamos.
Mirian: Vale. Ostias...son las 6:20. No nos va a dar tiempo.
María: ¿Hemos cogido todo lo necesario?
Mirian: Sí, corre.
Salimos rapidísimo de casa y fuimos a Atocha en taxi. Por fin cogimos el tren y fuimos hacia Andalucía.
Mirian: María, ¿estás bien? Te veo triste.
María: No me pasa nada, enserio.
Mirian: Te conozco y esa cara es la misma que la de hace pocos días. Estás mal, muy deprimida. Parece que ni siquiera la tierra que a ti más te gusta te hace sonreír.
María: Vale, me has pillado, sigo sin poder olvidarle, es mi continuo pensamiento.
Mirian: Venga levanta el ánimo, no mereces estar así por alguien te que ha hecho sufrir tanto.
María: Pero es inevitable. Voy a intentar dormirme un rato.(A los 20 minutos) Mirian, ¿estás dormida?
Mirian: Que va, no puedo dormirme, estoy pensando en cómo será Sevilla.
María: Pues preciosa, como cada una de las provincias de Andalucía.
X: Hola chicas.
María: Elena, mi niña, ¿qué tal? cuanto tiempo
Elena: Bien y vosotras. Pues ya ves. Por cierto, ¿por qué os vinisteis a vivir a Madrid?
Mirian: Pues porque si estudiábamos aquí 4º de la E.S.O., 1º y 2º de Bachiller, luego si sacábamos todo con notables y sobresalientes con un mínimo de 2 matrículas al curso, pasábamos directamente a la Universidad.
Elena: Anda,...Por cierto María, ayer estuve hablando con tu ex.
Estuvimos hablando de lo que estaba pasando en el pueblo donde antes vivíamos, pero llegó el momento de despedirnos.
Megafonía: Los pasajeros con destino Sevilla capital vayan preparando para su salida. En 3 minutos se desembarca.
Mirian: Bueno Elena, nosotras nos bajamos aquí.
Elena: Yo me voy más al Sur. Llamadme, y hablamos.
María: Vale, adios
Nos despertamos a las 5:00 de la mañana, el tren salía a las 7:00 y teníamos que ducharnos, vestirnos y desayunar.
Mirian: María, que sueño, ¿no?
María: Muchísimo, pero que se le va a hacer. En el tren nos dormimos.
Mirian: ¿Tú crees? Si vas con el portátil mucho no vas a descansar.
María: Va en la maleta, no lo cogeré.
Nos duchamos, vestimos y desayunamos.
Mirian: Vale. Ostias...son las 6:20. No nos va a dar tiempo.
María: ¿Hemos cogido todo lo necesario?
Mirian: Sí, corre.
Salimos rapidísimo de casa y fuimos a Atocha en taxi. Por fin cogimos el tren y fuimos hacia Andalucía.
Mirian: María, ¿estás bien? Te veo triste.
María: No me pasa nada, enserio.
Mirian: Te conozco y esa cara es la misma que la de hace pocos días. Estás mal, muy deprimida. Parece que ni siquiera la tierra que a ti más te gusta te hace sonreír.
María: Vale, me has pillado, sigo sin poder olvidarle, es mi continuo pensamiento.
Mirian: Venga levanta el ánimo, no mereces estar así por alguien te que ha hecho sufrir tanto.
María: Pero es inevitable. Voy a intentar dormirme un rato.(A los 20 minutos) Mirian, ¿estás dormida?
Mirian: Que va, no puedo dormirme, estoy pensando en cómo será Sevilla.
María: Pues preciosa, como cada una de las provincias de Andalucía.
X: Hola chicas.
María: Elena, mi niña, ¿qué tal? cuanto tiempo
Elena: Bien y vosotras. Pues ya ves. Por cierto, ¿por qué os vinisteis a vivir a Madrid?
Mirian: Pues porque si estudiábamos aquí 4º de la E.S.O., 1º y 2º de Bachiller, luego si sacábamos todo con notables y sobresalientes con un mínimo de 2 matrículas al curso, pasábamos directamente a la Universidad.
Elena: Anda,...Por cierto María, ayer estuve hablando con tu ex.
Estuvimos hablando de lo que estaba pasando en el pueblo donde antes vivíamos, pero llegó el momento de despedirnos.
Megafonía: Los pasajeros con destino Sevilla capital vayan preparando para su salida. En 3 minutos se desembarca.
Mirian: Bueno Elena, nosotras nos bajamos aquí.
Elena: Yo me voy más al Sur. Llamadme, y hablamos.
María: Vale, adios
Capítulo 1: Propuesta
Mirian: María cielo, deja de pensar ya en él.
María: Ya lo sé, pero para mí fue alguien al que quería mucho y no puedo olvidarle.
Mirian: Debes pensar en otros chicos que merezcan más la pena
María: Ninguno merecerá tanto la pena como él. Le quería, me dio la oportunidad, fui la más feliz del mundo, y ahora...
Mirian: ¿Sabes lo que te digo?
María: Dime...
Mirian: He conseguido unos pasajes para viajar a Sevilla.
María: ¿A Sevilla? Lo necesitaba.
Mirian: Pues por eso mismo. Mañana mismo sale el tren.
María: ¿Mañana? No nos va a dar tiempo a preparar las maletas.
Mirian: ¿Cómo que no? Nos tiene que dar tiempo hasta para ir de compras
María: Voy a ir cogiendo todo lo que necesite para el viaje y cuando terminemos nos vamos por ahí.
Mirian: Perfecto. Yo también voy a empezar.
María: ¿Sabes qué? Me has hecho no recordarle. El viaje me va a venir bien para no verle.
Mirian: Me alegro de que estés mejor.
Teléfono: On the floor...(8)
Mirian: Me llaman. Sí... cuánto tiempo, desde que nos vinimos aquí a Madrid, no he hablado con nadie, ¿qué es de tu vida?...Uiish, me estás sonrojando :$ Bien. Lo que pasa es que me voy mañana a Sevilla, a pasar unos días, a ver si María cambia un poco de aires y se olvida de su ex. Bueno, te dejo que estamos terminando de hacer las maletas. Un besazo guapo.
María: ¿Quién era?
Mirian: Era B. Me ha dicho que le gusto, y que por fin se ha decidido a decírmelo, y que aunque esté algo lejos va a luchar por mí. Y que quiere verme.
María: Te lo dije, desde siempre él te había querido, tenías que haberle pedido antes.
Mirian: Lo sé, pero no quería equivocarme.
María: Ya he terminado mi maleta. ¿Vamos?
Mirian: Vamos.
María: Ya lo sé, pero para mí fue alguien al que quería mucho y no puedo olvidarle.
Mirian: Debes pensar en otros chicos que merezcan más la pena
María: Ninguno merecerá tanto la pena como él. Le quería, me dio la oportunidad, fui la más feliz del mundo, y ahora...
Mirian: ¿Sabes lo que te digo?
María: Dime...
Mirian: He conseguido unos pasajes para viajar a Sevilla.
María: ¿A Sevilla? Lo necesitaba.
Mirian: Pues por eso mismo. Mañana mismo sale el tren.
María: ¿Mañana? No nos va a dar tiempo a preparar las maletas.
Mirian: ¿Cómo que no? Nos tiene que dar tiempo hasta para ir de compras
María: Voy a ir cogiendo todo lo que necesite para el viaje y cuando terminemos nos vamos por ahí.
Mirian: Perfecto. Yo también voy a empezar.
María: ¿Sabes qué? Me has hecho no recordarle. El viaje me va a venir bien para no verle.
Mirian: Me alegro de que estés mejor.
Teléfono: On the floor...(8)
Mirian: Me llaman. Sí... cuánto tiempo, desde que nos vinimos aquí a Madrid, no he hablado con nadie, ¿qué es de tu vida?...Uiish, me estás sonrojando :$ Bien. Lo que pasa es que me voy mañana a Sevilla, a pasar unos días, a ver si María cambia un poco de aires y se olvida de su ex. Bueno, te dejo que estamos terminando de hacer las maletas. Un besazo guapo.
María: ¿Quién era?
Mirian: Era B. Me ha dicho que le gusto, y que por fin se ha decidido a decírmelo, y que aunque esté algo lejos va a luchar por mí. Y que quiere verme.
María: Te lo dije, desde siempre él te había querido, tenías que haberle pedido antes.
Mirian: Lo sé, pero no quería equivocarme.
María: Ya he terminado mi maleta. ¿Vamos?
Mirian: Vamos.
martes, 26 de julio de 2011
Sueños Posibles
Espero que os guste.
Un besazo
P.D.: Me iré de vacaciones del día 9 al 26 de agosto. Iré subiendo capítulos cuando pueda.
Un besazo
P.D.: Me iré de vacaciones del día 9 al 26 de agosto. Iré subiendo capítulos cuando pueda.
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